Los ahora duques de Cambridge se dieron dos besos en el balcón del Palacio de Buckingham
Abril 29, 2011
Miles de personas de todo el mundo esperaron en el exterior de la Abadía de Westminster, muchos de ellos después de pasar la noche acampando, en un intento por ver a los futuros reyes, impulsando una sensación de bienestar que ha sacado a Gran Bretaña brevemente del desánimo por la crisis económica.
“La gente que vea esto debe pensar que estamos completamente locos, pero simplemente no hay comparación”, dijo Denise Mill, una mujer de 58 años del sur de Inglaterra. “Simplemente tenía que estar aquí", declaró.
Junto a ella, la multitud ingresó en un espíritu festivo en un día fresco y nublado, ondeando la bandera nacional que inundó las calles de la capital británica. Muchos fueron testigos del esperado momento en el que los ya marido y mujer salieron al balcón del Palacio de Buckingham para darse un beso.
Cuando por fin se abrieron las puertas del balcón, la gente agitaba banderas y entonaba cánticos. Primero salieron los novios, emocionados y felices, después sus familiares más cercanos. Y por fin se atrevieron a juntar sus labios. Pero fue más un “piquito” que un beso. La gente pidió más, pues no se sintieron conformes.
Los esposos se diron un segundo beso, de nuevo de forma tímida. No duró ni un segundo. Claro que el de la madre de Guillermo, Lady Di y el príncipe Carlos duró sólo 0.4 segundos. El del príncipe heredero Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda ostenta el récord con 5.3 segundos. El de los príncipes de Asturias en el balcón frente a la Plaza de Oriente de Madrid también fue de los más fugaces.
La pareja se disponía a asistir a un almuerzo para unos 650 invitados, que será seguido por una fiesta con 300 amigos y familiares.
