Luego de una larga espera, William y Kate se han convertido en padres de un varón, el príncipe de Cambridge
Llegó el momento esperado... ¡Los duques de Cambridge ya son papás!
Catherine se convirtió en madre de un varón este lunes 22 de julio a las 4:24pm (hora del Reino Unido). El bebé pesó 3 kilos y 900 gramos (8 libras y 6 onzas). Según informa la Casa Real, el duque de Cambridge estuvo presente durante el nacimiento. Tanto Kate como el bebé se encuentran en perfecto estado de salud y pasarán la noche en el hospital.
El tan esperado bebé ocupa el tercer lugar en la línea de sucesión al trono, después de su abuelo, el príncipe Carlos, heredero al trono, y de su padre, el duque de Cambridge, y llevará como título príncipe de Cambridge.
Fue finalmente el palacio de Kensington -residencia oficial de los duques de Cambridge- que adelantó a los medios de comunicación la esperada noticia alrededor de las ocho y media de la tarde: madre e hijo se encuentran en perfecto estado de salud y el nuevo miembro de la casa real británica llegó al mundo con un peso exacto de 3 kilos y 900 gramos, dos razones que justifican los multitudinarios festejos que ya tienen lugar en las calles de la capital británica.
Tanto a las afueras del hospital St. Mary, como en el Palacio de Buckingham, se anunció el nacimiento del royal baby
El abuelo del bebé, el príncipe Carlos, ya confesó públicamente que se encuentra “encantado” con la noticia, aunque todavía habrá que esperar para leer el comunicado oficial que emitirá en los próximos minutos.
Otro de los datos relevantes que compartió la oficina de prensa del príncipe William y de su esposa en relación al alumbramiento tiene que ver con la presencia constante del hijo de Diana de Gales en la sala de parto durante todo el proceso, una inestimable compañía para la duquesa que se mantendrá durante toda la noche, ya que ambos han anunciado que la pasarán juntos en su habitación de la clínica y junto a su recién nacido.
Tras soportar desde las seis de la mañana las altas temperaturas del día más caluroso del verano en las Islas Británicas, medios de comunicación y ciudadanos venidos de todo el mundo estallaron en júbilo cuando el secretario personal de William y Kate, Ed Perkins, se presentó sonriente en la puerta de la clínica exhibiendo en su mano el esperado parte médico del bebé. Sin embargo, el codiciado documento no se quedó demasiado tiempo en el centro médico del barrio de Paddington, ya que fue rápidamente trasladado ?como ordena la tradición desde el nacimiento del príncipe Carlos? a un palacio de Buckingham perfectamente acondicionado para dar cabida a miles de espectadores. Enmarcado y situado en el patio central del edificio, el llamado ‘boletín médico’ sobre las condiciones físicas del tercero en la línea de sucesión al trono quedó expuesto ante el mundo, solo unos minutos después de que la oficina de prensa de los duques de Cambridge rompiera el suspense sobre el nacimiento y provocara una exaltada reacción por parte del público congregado.
Respetando escrupulosamente el orden de relevancia en la institución monárquica, la soberana del Reino Unido será la primera en compartir con sus compatriotas la felicidad que invade ya a toda la familia por la llegada del nuevo heredero, quien asegura la supervivencia dinástica de los Windsor durante las próximas décadas. A través de un comunicado oficial, Isabel II felicitará personalmente a los duques por el nacimiento de su tercer bisnieto, mientras que el príncipe Carlos seguirá los pasos de su madre acto seguido con una nota de prensa que emitirá desde su residencia oficial en Clarence House. No obstante, el primer órgano institucional en hacer pública su alegría por el nacimiento ha sido la oficina del primer ministro, David Cameron, quien ha asegurado que Guillermo y Catalina “serán unos padres maravillosos”.
Una vez se hayan efectuado todas las declaraciones oficiales sobre la llegada del retoño, los cañones emplazados en el céntrico Green Park de Londres lanzarán 41 salvas en homenaje al recién nacido que se verán seguidas de otros 62 disparos efectuados desde la mítica Torre de Londres, un aviso de varios decibelios para los pocos rezagados que no se han percatado todavía del histórico acontecimiento que vive la monarquía británica.
La duquesa de Cambridge fue llevada este lunes en la mañana en el hospital londinense St.Mary, en el centro de Londres, para dar a luz al llamado royal baby, según informó a tempranas horas un escueto comunicado enviado por el Palacio de Kensington, su residencia oficial, en el que también se aseguraba que la esposa del príncipe Guillermo ingresó con las primeras contracciones.
Ante el hospital, numerosos fotógrafos y cámaras han aguardado desde hace al menos dos semanas el nacimiento del bebé más esperado del Reino Unido, que será el tercer bisnieto de la reina Isabel II de Inglaterra.
El príncipe de Gales y su esposa, Camilla, duquesa de Cornwall, están en un compromiso oficial en York, al norte de Inglaterra, y la reina estuvo en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres, pero regresó al Palacio de Buckingham para esperar la noticia del nacimiento.
Catherine es atendida por un equipo médico encabezado por el doctor Marcus Setchell, antiguo ginecólogo de la reina Isabel II, y que también estuvo al frente del parto de los dos hijos de la condesa de Wessex, Sophie Rhys-Jones, esposa del príncipe Eduardo, el hijo menor de la soberana británica.
En la sala privada “La Lindo” también nacieron los dos hijos del príncipe de Gales y la fallecida Diana de Gales, los príncipes William y Harry.
Esta sala, que es privada y fue remodelada el año pasado, cuenta con habitaciones modernas y de lujo, y una noche de estancia cuesta 4,965 libras (5,858 euros), mientras que la atención de un médico obstetra es de unas 6 mil libras (7,080 euros).
El nacimiento del primer hijo de los duques ha recibido una gran atención mediática, con la presencia de medios de todo el mundo, y una gran expectación entre la población.
Ell embarazo de la duquesa transcurrió con normalidad, con excepción de las náuseas en las primeras semanas de gestación, que obligaron a su hospitalización por unos días.
Según los medios británicos, Kate estuvo la semana pasada en la casa de sus padres en el condado de Berkshire, a las afueras de Londres, y al parecer fue trasladada a Londres en los últimos días.
El royal baby nace dos años y tres meses después de la boda de los duques en la Abadía de Westminster, en Londres, donde también se casó la reina Isabel II en 1947.
