Santiago de Compostela

Santiago de Compostela

Recorrer el Camino de Santiago es una aventura apasionante e inolvidable, que te permite conocer la ciudad que visitan miles de peregrinos de todo el mundo

Conocer Santiago de Compostela en Galicia es un plan que está en el bucket list (la lista de lugares que hay que descubrir) de muchas personas, especialmente de los latinoamericanos, quienes desde pequeños escuchamos sobre esta joya de España.

En este viaje estábamos en Portugal, y de Lisboa manejamos todo un día hacia Santiago, y veíamos pinos y más verdor. Paramos una hora en el Santuario de Fátima (inolvidable) y de allí fuimos a Santiago (4 horas y media o 5 de viaje). Al cruzar la frontera con Galicia comenzamos a ver sus famosas rías ?penetración que forma el mar en la costa? ¡y son preciosas! La ría de Vigo es enorme, igual que la de Pontevedra. El paisaje de Galicia es de un verde delicado, con el toque azul del mar, y la constante lluvia fina de la zona lo mantiene todo húmedo.

Hacía cuatro años que no visitaba Santiago, y cuando llegamos a nuestro palaciego Parador Hostal de los Reyes Católicos, llovía un poco y la ciudad se veía tristona. Pero esas primeras impresiones duran poco, y mientras les escribo echo de menos esa llovizna que me recibió en Santiago, para dar paso al día siguiente a un rico sol.

Esta es una ciudad donde es vital leer sobre ella antes de conocerla, aprender de su historia, de su catedral y del Camino de Santiago que recorren grupos de ?peregrinos? que llegan de todas partes del mundo, con un profundo espíritu religioso. Recordando el viaje también echo de menos la búsqueda de dónde venden la mejor empanada gallega o la mejor tarta, y el carácter genuino y amable de su gente. La ciudad, nombrada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, entre los ríos Sar y Sarela, tiene la antigua Porta do Camiño, o sea, la primera puerta por donde entraban los peregrinos a Santiago de Compostela.

FOTOGALERÍA: Conoce Santiago de Compostela y sus alrededores

Día 1: El Hostal de los Reyes Católicos está en la Plaza del Obradoiro, al lado de la catedral, y rodeado de las callecitas del casco viejo. Fue el Hospital Real en 1499, donde albergaba a los caminantes que llegaban a Santiago, y dicen es el hotel más antiguo del mundo. Es ideal hospedarse allí por su situación, aunque en otro viaje quedé encantada con el cercano, relajado y lindo AC Palacio del Carmen.

En la catedral me fascinó su famoso Pórtico de la Gloria, obra del maestro Mateo, en 1188, y volver a hacer los antiguos rituales de abrazar estatuas y de poner la mano en una columna miles de veces visitada y la cabeza sobre la estatua de otro santo. ¡Me encantó sentir esa religiosidad! La catedral es una joya, donde se puede ver el sepulcro de Santiago Apóstol (impresionante) y el famoso botafumeiro, un enorme incensario que se usa en algunas ocasiones. Después de caminar mucho ese día y de tomar el paseo del tren turístico, ¡cenamos mariscos en Terra Nosa! También me recomendaron Casa Marcelo y Don Quijote, ambos seleccionados por la guía Michelin 2016.

Día 2: Volvimos a encender velas en la catedral y después caminamos por el sobrio casco antiguo ?está lleno de estudiantes, pues su universidad data de 1501? con cafés y callecitas marcadas por varios siglos de historia. Nos sentamos en un café, en la Plaza de las Platerías, y visitamos el albergue a donde llegan los peregrinos y les estampan su ?Compostela? (el documento que valida que han recorrido ?el Camino de Santiago?).

Nos sentamos en el Café Casino, en la Rua Villar (donde el Hotel Rua Villar tiene tres estrellas) y visitamos el Museo Casa de la Troya, del siglo XVIII, que recrea el ambiente estudiantil de Santiago de Compostela a finales del siglo XIX y que fue inmortalizada por Alejandro Pérez Lugín en su novela La Casa de la Troya.

Almorzamos en un café en la Plaza do Toural y pedimos empanada gallega de bonito, otra de mejillones y una tarta de Santiago. En la Rua Franco y Rua Villar compramos libros de cocina y llaveros del simpático botafumeiro. Esa noche cenamos en el comedor del Hostal de los Reyes Católicos, estilo banquete medieval.

Día 3: Excursión en auto a la ciudad de La Coruña (45 minutos en la supercarretera), muy alegre, con sus edificios de cristales de las Galerías de la Marina, llamados así porque los marineros veían desde sus barcos el reflejo del sol en sus cristales, y a La Coruña la llamaron ?la Ciudad de Cristal?; la plaza de María Pita, el palacio Municipal, la Torre de Hércules (el faro romano más antiguo del mundo, del siglo XI) y unas playas preciosas. Regresamos a Santiago al atardecer, después de conocer la costa gallega. Esa noche cenamos en el Casa Camilo, en el casco viejo, y nos despedimos de Galicia. ¡Un viaje divino!

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