Conociendo la charmante Marbella

Conociendo la charmante Marbella

Marbella, en la provincia de Málaga, es una de las ciudades más turísticas de la Costa del Sol. ¡Disfruta de su casco antiguo, de sus hoteles y sus playas!

Aunque otras partes de España compiten por el turismo que ama el mar, el sol, las marinas llenas de yates y los hoteles absolutamente fabulosos, Marbella es realmente preciosa y este año ha es- tado más visitada que nunca. Cuando el sol ilumina sus blancas casitas andaluzas junto al mar Mediterráneo, te das cuenta de que es muy charmante.

Recientemente pasé allí una semana divina, después de mi viaje anual a Madrid, donde visité museos y me hospedé en mi favorito boutique hotel Villa Real, de 5 estrellas, cerca de la Plaza de Santa Ana y del Museo del Prado, y con un servicio perfecto. Al llegar a Málaga -en el tren AVE, el trayecto duró 2 horas y 40 minutos- alquilé un auto y una hora más tarde estaba en Marbella.

Ahí tienes muchas opciones para quedarte: el pueblito de Marbella, con su encantador casco antiguo, y algunos excelentes hoteles al borde de la playa, situados junto a un paseo llenos de restaurantes y chiringuitos en la arena. No necesitas tener auto alquilado, porque puedes caminar o tomar taxis con facilidad. O puedes ir a la Marbella que se extiende por la costa, y hacer tu centro de operaciones en alguno de sus hoteles o condominios de 4 o 5 estrellas, como Gran Meliá Don Pepe Marbella, Don Carlos, etc.) y desde donde, en auto alquilado, puedes moverte a todas partes. También puedes estar en las cercanías de Puerto Banús, con apartamentos, tiendas de lujo, bares, restaurantes y un puerto lleno de divinos yates, y un grupo de villas privadas y hoteles muy trendy como Puente Romano, el Marbella Club, el Meliá Marbella, el Guadalpin Banús, el Iberostar Coral Beach, el muy elegante Los Monteros Hotel & Spa o el enorme Hotel Villa Padierna Palace en Benahavis, con un famoso Spa & Medical Wellness. En este viaje, aunque tenía auto alquilado, me hospedé en el hotel El Fuerte Miramar Spa, de 4 estrellas, excelente, con piscina, porque quería estar en el pueblito de Marbella.

FOTOGALERÍA: DE PASEO POR MARBELLA

DÍA 1: Mi habitación tenía una vista preciosa de la costa, y aunque las playas no son blancas como las del Caribe, me encantó ver el Mediterráneo de un lado y las montañas del sur de España del otro. La piscina fue el descanso ideal, antes de caminar al lindo casco antiguo de la ciudad. Vi un amasijo de calles estrechas, con el cielo cubierto con toldos a rayas, balcones llenos de macetas, farolas, capillitas, tiendas, etc. Tomé unas copas en la Plaza de los Naranjos, donde puedes encontrar a muchos famosos. Después cené en la Marisquería La Pesquera una deliciosa paella de mariscos.

DÍA 2: Durante 20 minutos conduje por la bella “Milla de Oro” hasta Puerto Banús, donde estacioné al final de la Avenida Julio Iglesias, bajo el Hotel Park Plaza Suites (de 4 estrellas y muy conveniente si quieres estar en el corazón de Banús), y comencé a caminar y a explorar el puerto, sus tiendas (Dior, Hermès, Loewe, Cavalli, etc.), apartamentos, bares y restaurantes (el reabierto Punto Cero es encantador). Ahí estaban los fascinantes yates anclados como ciudades flotantes, llenos de personajes guapos y bronceados, que parecen vivir en vacaciones permanentes. Almorcé mariscos en Azul Marino y estuve tres horas paseando. Esta es una Marbella con el allure irresistible que encontramos en Saint-Tropez o en Cannes, y donde existe una población con grandes fortunas y extraordinarias casas, autos y yates. Esa noche caminé por el paseo marítimo del fondo del hotel -Avenida Duque de Ahumada- para ver el atardecer desde la terraza del restaurante Santiago.

DÍA 3: Con unos amigos hice una excursión a Gibraltar. En esta posesión inglesa hay una mezcla de idiomas y religiones, y los productos se venden libres de impuestos. Conduje durante una hora en la autovía hasta La Línea, y de allí al Peñón de Gibraltar, ¡frente a la costa de Africa! Su Main Street es como un pequeño Epcot: tipo pueblito inglés, con cabinas telefónicas rojas, souvenirs, pubs y una sucursal de Marks & Spencer. Pero lo más popular es subir en funicular a ver los monos en la cima del Peñón. Unos monos sin cola y los únicos en Europa que vagan libremente. Esa noche fuimos a Nikki Beach, en la Playa Hotel Don Carlos, muy trendy.

DÍAS 4, 5 Y 6: El resto de la estadía en Marbella fue una combinación de piscina, caminatas por la playa -incluyendo dos almuerzos en el chiringuito Beach Club El Fuerte-, compras de espadrilles en el casco antiguo, una cena en el gourmet Dani García de Puente Romano y una excursión en el auto al Museo Picasso, en Málaga. Esta zona debes disfrutarla a tu aire, haciendo excursiones con guía de un día (a Ronda, a la ciudad marroquí de Tánger, etc.) y jugando golf. Al regreso a casa volamos de Madrid en la nueva Clase Business de Iberia, y quedé encantada con su supercómodo servicio.

FOTOGALERÍA: DE PASEO POR MARBELLA

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