Una ciudad que tiene todo: playas, fabulosos hoteles y restaurantes, y una variedad de centros comerciales
Recientemente pasé unos días en Miami y en Miami Beach y fue maravilloso.
DIA 1. Me hospedé en el hotel Ritz-Carlton South Beach. Despertarme frente al mar y contemplar el cadencioso ir y venir de las olas, el amanecer que pasa del rosa al azul más precioso, el sol... puedo decir que es uno de los grandes placeres de los viajes. ¡Y el perfecto escenario para comenzar unas vacaciones exquisitas!
Después de ver el agua, el segundo paso fue un desayuno perfecto en el hotel, en el salón de su nivel Club Lounge (el único piso VIP de todos los hoteles de South Beach) antes de bajar a su DiLido Beach Club en la playa (en Miami el mar es un irresistible imán) y beneficiarnos del mayordomo de bronceado (tanning butler), que nos aconseja qué debemos usar y cómo. Por supuesto, la piscina tiene su conserje y un “mixólogo” sobre ruedas, que prepara los cocteles junto a las tumbonas.
Después del día de sol y absoluto relax me dejé mimar en el spa del hotel con los productos y tratamientos de Carita, el famoso salón parisino. Esto me preparó para cenar las delicias del chef Douglas Rodríguez en su D. Rodríguez Cuba, donde puedes comer los platos más exquisitos rodeada de un ambiente fabuloso. Un comienzo de puro lujo!
Miami y Miami Beach tienen esos momentos mágicos que enamoran a medio mundo, y cuando vuelvo a visitar South Beach comprendo que estoy en el corazón de una ciudad que se alza majestuosa a ambos lados de la bahía de Biscayne y que ofrece muchos placeres. Si te toca una noche de Luna llena allí, no te pierdas las fiestas Legends of the Full Moon, con tragos, bocadillos y un ambiente chic y divertido, especialidad del Ritz-Carlton South Beach.
DIA 2. ¿Hay necesidad de salir del paraíso? No, hasta las 3:00 p.m., cuando salimos en nuestro auto alquilado (en Alamo hay tarifas especiales para los turistas latinoamericanos) y descubrimos más de Miami y de Miami Beach. Dos ciudades-paraísos del mar, los deportes acuáticos y paseos en yates; del golf y de las compras en centros comerciales o malls. Entre estos están el ultrachic Bal Harbour Shops (con las tiendas Saks Fifth Avenue y Neiman Marcus, y las boutiques de Carolina Herrera, Chanel, Herm’s, Cartier, Pucci, Bottega Veneta, Bulgari, Tiffany & Co., etc.) y donde almorzamos tarde en La Goulue. También debes conocer el mall The Falls (y su tienda Bloomingdale’s); el Aventura Mall; el Bayside, junto a los rascacielos de Miami; el Village at Merrick Park, en Coral Gables (Neiman Marcus, Nordstrom, Jimmy Choo, Mayors, etc.); los cientos de tiendas de Dadeland Mall y, si te queda tiempo, puedes ir a los outlets de Ralph Lauren y Brooks Brothers en el popular Dolphin Mall y, más lejos, a los que están en el enorme Sawgrass Mills, al que hay que dedicar un día. Esa noche, cena en Señora Martínez, de la chef Michelle Bernstein.
DIA 3. Miami y Miami Beach tienen un ambiente fashionable y muy bello, y nos impacta cuando cruzamos sus puentes, atravesando la bahía a través de islas llenas de mansiones millonarias, barcos de cruceros y elegantes yates. Comprendo que todos quieran viajar a Miami y disfrutar este mundo de mar, cielo, cristal y acero. Esa tarde llevé a mis sobrinos al Miami Seaquarium, en Key Biscayne, y fue divertidísimo ver “volar” a los delfines. La puesta del sol la vimos cruzando el puente que nos lleva en minutos al corazón de Miami. ¡Una vista maravillosa de las torres de los modernos edificios que han hecho de Miami una de las ciudades más bellas de Estados Unidos! Por la noche tuvimos una cena informal en el Van Dyke Café, en la calle peatonal de Lincoln Road, llena de tiendas y restaurantes, y con un gran ambiente. Cuando llegué al hotel me recibieron al estilo Ritz-Carlton, con mucha amabilidad.
DIAS 4 al 7. Fueron de relax, sol y comidas deliciosas en restaurantes como Michy’s, Michael’s Genuine Food & Drink; Hakkasan y Scarpetta, en el hotel Fontainebleau; Asia de Cuba; China Grill; Joe’s Stone Crab; Mr. Chow y OLA.
Desde Miami puedes conducir hasta Key West y descubrir galerías de arte y museos, o tomar un crucero a las Bahamas o al Caribe, pues los barcos más grandes del mundo salen de Miami o del Puerto Everglades y ahora tienen fabulosos precios. También puedes ir unos días a Orlando y a Disney World.
Miami siempre me causa alegría, pues es una ciudad que tiene todo: tiendas, restaurantes, fabulosos hoteles (como también lo son The Fountainebleau, Ritz-Carlton Key Biscayne, Gansevoort, W. The Biltmore, etc.), playas y ¡música para regalar!
