Vacaciones en la Provenza

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Si quieres viajar contu familia, una gran opción es el sureste de Francia, con casas campestres u hoteles de lujo, playas, viñedos y campos de lavanda

A los turistas latinoamericanos les encanta alquilar villas y hospedarse en fincas convertidas en hoteles de lujo en la Provenza, porque son unas vacaciones divinas y una experiencia muy de moda. Cuando van con amigos o con la familia paracelebrar una gran reunión, pueden disfrutar de la vida campestre, pero rodeados de comodidades y sin estar muy lejos de lindas ciudades.

Personalmente prefiero la Provenza francesa a la bella Toscana italiana, porque como me encanta el mar, me gusta su proximidad al Mediterráneo, y por estar muy cerca de ciudades fabulosas como Aix-en-Provence y Avignon; un poco más lejos están St. Tropez, Cannes, Niza y Montecarlo, donde puedes comenzar o finalizar este viaje. ¿Un itinerario perfecto? Aterrizar en la zona de Cannes-Niza y conocerla bien, incluyendo sus museos, además de pasar un día en Mónaco y el pueblito de Eze, otro en St. Paul de Vence, otro en St. Tropez, y de allí una semana en una villa u hotel campestre en la Provenza. Total: dos semanas perfectas en el sur de Francia. ¿Qué más podemos pedir?

FOTOGALERÍA: RECORRIENDO LA PROVENZA

Infinidad de agencias alquilan villas en la Provenza, muchas incluso de lujo, y es importante saber seleccionar tanto la casa como la zona donde está situaday las comodidades que tiene. Esto requiere informarnos bien, leer sobre lo que ofrece cada lugar de la Provenza y decidir si queremos estar en la montaña o más cerca del mar. Only Provence, Luxury Retreats, Villas of Distinction y las recomendaciones del sitio web de Patricia Wells, famosa experta en Provenza, son muy útiles para alquilar villas y hoteles campestres. Por supuesto, una agencia especializada en viajes a Francia será ideal para planearlo, lo mismo que las recomendaciones del sitio web Trip Advisor, escrito por personas que han alquilado villas antes.

Otra opción que me gusta es hospedarnos en casas de campo o mansiones convertidas en hoteles de lujo, de los que hay muchos en la zona, como La Villa Gallici (¡me fascinó!) en la histórica Aixen-Provence (estar cerca de Aix es buena idea, pues es una ciudad céntrica y capital de la Provenza); la Hostellerie de l?Abbaye de La Celle, del chef Alain Ducasse; Le Couvent des Minimes, Hôtel and Spa en Mane-en-Provence (su spa es encantador); el hotel-boutique La Mirande en la histórica ciudad de Avignon o La Bastide de Gordes & Spa y La Bastide de Marie, esta última en el pueblito de Ménerbes. ¿Otro tip? Viajar aquí en primavera u otoño (octubre es perfecto), pues en verano la zona está llena de turistas y hace mucho calor.

La Provenza (antes de planear tu viaje lee el popular libro Un año en Provenza, de Peter Mayle) es un área enorme, con zonas interesantísimas que podemos ir descubriendo en viajes cortos después de hacer ahí nuestro “centro de operaciones”. Pintores como Cézanne (¡podrás ver su famoso Mont Sainte-Victoire!) y Van Gogh, además de escritores tan diversos como el marqués de Sade, Emile Zola y Ernest Hemingway encontraron inspiración en la Provenza. Se fascinaron con sus montañas de Luberon; los caballos blancos salvajes de la misteriosa zona pantanosa de La Camargue; sus campos de flores de lavanda (¡una belleza!); los pequeños pueblitos de casas de piedras que parecen “colgar” de los acantilados, como Ménerbes y Gordes; su costa preciosa, con puertos pesqueros como Cassis; sus ruinas romanas, como el anfiteatro de Arlés, donde todavía hay corridas de toros y que fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; la arquitectura romanesca de la Cathédrale St-Sauveur en Aix-en-Provence; el palacio de cuando el papado se estableció en Avignon a mediados del siglo XIV y lugares encantadores como Saint-Rémy-de-Provence, donde vivieron en diferentes épocas Nostradamus (quien nació allí), Carolina de Mónaco y Vincent van Gogh, quien estuvo ingresado aquí en el sanatorio Monastère-Saint-Paul-de-Mausole. Hay viñedos (los del vino Châteauneuf-du-Pape, entre ellos) y cientos de “mercados” que van de pueblo en pueblo, vendiendo desde los vegetales más frescos, las hierbas de Provenza y 50 variedades de aceitunas, hasta bolsos y todo tipo de objetos en las telas provenzales más bellas. Estos mercados me encantan y allí he comprado manteles de algodón a precios muy buenos. Además de todo esto podrás disfrutar la cocina provenzal, a base de tomates, cebollas, ajos, mariscos, pescados, etc.

Conocerás un mundo maravilloso, diverso, lleno de historia y de exquisiteces. Mi consejo es que alquiles un carro y, después de leer mucho, lánzate a descubrir las muchas caras de la Provenza.

FOTOGALERÍA: RECORRIENDO LA PROVENZA

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