2017: el amenazante año de la meca del cine

Este año destapó varias de las atrocidades que se vivieron detrás de las cámaras de Hollywood

Aunque llegara en el último trimestre de este año, los escándalos sexuales de Hollywood que han sido destapados en los últimos meses han sido sin duda la noticia más impactante de este 2017, una sobre la que aún no hemos visto el último capítulo y cuyas consecuencias sacudirán la meca del cine durante mucho tiempo. Todo comenzó con la publicación de un artículo en The New York Post en el que varias actrices acusaban al todopoderoso Harvey Weinstein de acoso sexual e incluso violaciones.

Poco a poco, estrellas como Ashley Judd, Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie, Rose McGowan -quien llegó a firmar un acuerdo extrajudicial con el productor para ‘comprar su silencio’ después de que la violara-, Salma Hayek y otras muchas empleadas y actrices menos conocidas fueron rompiendo su silencio para destapar el lado más oscuro del antiguo rey midas de la industria, quien actualmente se encuentra ingresado en una clínica para lidiar con su adicción al sexo mientras su exmujer, Georgina Chapman -madre de dos de sus hijos-, inicia un proceso de divorcio para cortar todos los lazos con él y proteger de paso su propio imperio en el mundo de la moda con la firma Marchesa.

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El conocido ya como ‘caso Weinstein’ inspiró a otras muchas mujeres y hombres a denunciar las dinámicas de acoso o comportamientos inapropiados de los que habían sido víctimas en la meca del cine, provocando la caída en desgracia de estrellas como el humorista Louis CK, los presentadores Matt Lauer y Charlie Rose, el director Bryan Singer... y el, hasta ahora, intocable Kevin Spacey.

La carrera del protagonista de House of Cards se hundió en cuestión de días después de que el actor Anthony Rapp publicara un artículo en el que le acusaba de intentar obligarle a mantener relaciones sexuales cuando tenía tan solo 14 años, un testimonio al que siguieron otros muchos que retrataban al actor ganador del Oscar como un depredador sexual que había aprovechado su tiempo como director artístico del teatro ‘Old Vic’ para acosar a un sinfín de jóvenes aspirantes a actores. Uno de los mayores errores de Spacey, el que hizo que todo Hollywood le diera la espalda, fue responder a las acusaciones de Anthony Rapp con un comunicado en el que se disculpaba por su comportamiento pasado -que aseguraba no recordar-, al mismo tiempo que trataba de desviar la atención mediática del escándalo en que estaba sumergido confesando que era homosexual, un tema sobre el que nunca antes se había pronunciado.

Ese fue el principio del fin para Kevin Spacey, que fue despedido de la serie de Netflix y vio como el Emmy honorífico que iban a concederle en la gala de este año se esfumaba, al igual que lo hicieron sus escenas en la película All the Money in the World del cineasta Ridley Scott, en la que fue sustituido en el último momento por Christopher Plummer.

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