Belleza y talento se combinan en esta actriz de televisión, cine y teatro
De pequeña, Blanca Soto nunca pensó que llegaría a convertirse en la conocida actriz que es hoy. En ese entonces, su gran sueño era ser una gimnasta olímpica. “Admiraba mucho a Nadia Comaneci”, recuerda. Sin embargo, terminó estudiando Diseño Gráfico. “La actuación no la sentía muy cercana. Me gustaba más dirigir y producir, pero no actuar, porque era muy tímida...”.
Después de pasar por certámenes de belleza y de trabajar como modelo, inició su carrera de actriz en la televisión, el cine y el teatro, tres medios que asegura disfrutar mucho. “Para mí, en esencia son lo mismo. Un compañero actor me decía que es como nadar y tiene toda la razón. Obviamente, no es lo mismo nadar en una piscina, que en un río o en el mar. Hay que aprender las características de cada medio. Me gusta mucho cuando tengo la posibilidad de improvisar”.
Recientemente, Blanca estrenó la obra de teatro Obscuro total, en una producción en la que tuvo como compañeros a Fernando Colunga, Ernesto Laguardia y Aylín Mujica. “Hicimos 12 funciones en Los Ángeles y ahora tenemos en puertas presentaciones confirmadas en Puerto Rico, Chicago y Miami. El director de la obra es Fernando Colunga. Ha sido una gran oportunidad conocerlo en esta otra faceta, pues ya habíamos protagonizado juntos la telenovela Porque el amor manda. En Los Ángeles hicimos dos funciones diarias y cada una fue distinta; el público siempre te sorprende con sus exclamaciones, sus risas y sus reacciones. Es algo bien padre: es como subirse en la ola que venga y hacer surf en ella... Eso es lo mágico del teatro”.
Para Blanca, trabajar con Ernesto y Aylín también ha sido una grata experiencia. “Con Aylín no había tenido el placer de coincidir antes, pero me encanta su trabajo. Es una compañera fenomenal, superlinda. Con Ernesto había hecho el doblaje de una película de animación titulada Sí, Virginia, existe Santa Claus. El hizo la voz del papá de Virginia y yo, la de la mamá. Así que siempre bromeamos diciendo que somos ‘marido y mujer en caricaturas’”.
Según nos explica Blanca, Obscuro total es una tragicomedia: “Tiene un poquito de todo y los personajes no son lo que parecen ser. El público por momentos puede reírse y en otros momentos sentirse sobrecogido, porque es un drama bastante fuerte. Me encantaría que pudiera presentarse también en México. Estoy segura de que la gente disfrutaría viéndola”.
Blanca estudia varios proyectos tanto de televisión como de cine, pero todavía no ha decidido en cuáles se enfrascará en los próximos meses. Cuando le preguntamos qué tipo de personaje le gustaría interpretar en su próximo proyecto, uno de comedia o uno dramático, responde de inmediato: “En la televisión quisiera tener la oportunidad de meterme en la piel de un personaje más fuerte que los que he hecho. Una protagonista con un poco más de carácter. ¡Pero lo que venga siempre será bienvenido, porque trabajo es trabajo!”.
“En la televisión quisiera tener la oportunidad de meterme en la piel de un personaje más fuerte...”, dice Blanca. Foto: John Russo
Su voz se puede escuchar en la película Son of God, dirigida por Christopher Spencer. Esta producción, que narra toda la vida de Jesús de principio a fin, podrá verse en los cines de Estados Unidos, además de en inglés, doblada al español por un grupo de destacados intérpretes latinos. Blanca prestó su voz a María Magdalena; Adriana Barraza, a María; Jaime Camil a Pedro, y Eduardo Verástegui a Jesucristo. “Es una producción exquisita, con una cinematografía muy cuidada en todos sus detalles y ha sido un honor ser parte de ella”, dice Blanca.
Una faceta menos conocida de la protagonista de las telenovelas Eva Luna y Talismán es la de empresaria. Blanca se asoció con Peggy Jones, una reconocida maquilladora de Hollywood, para crear Heaven’s Brush, una colección de brochas de cosméticos hechas con pelo sintético que se vende en boutiques de Los Ángeles. “La idea es que para maquillarte y verte bien no es necesario que uses una brocha que requirió matar a un animal para hacerla. Nuestra brocha es más suave, se limpia fácilmente y no se le hizo daño a nadie para producirla. En el futuro planeamos añadir nuevos productos a la marca o mejorar los que ya tenemos”.
Blanca y Fernando Colunga en la telenovela Porque el amor manda.
Al preguntarle a Blanca dónde vive, contesta sin pensarlo dos veces: “En un avión. Me paso la vida viajando”, explica. “Lo mismo estoy en México que en Miami, en Los Ángeles o en Nueva York, porque no me quedo mucho tiempo en un mismo lugar. El trabajo hace que me esté moviendo constantemente”. Esa vida “de gitana” no es nueva para ella, pues nos cuenta que desde pequeña sus padres y ella se cambiaban de ciudad. Luego, ya de forma independiente, ha estado en Milán, en París, en Nueva York... "¡Es algo que tengo incorporado! Estoy habituada a estar en movimiento. Es parte de mí. Siento que cada vez que llego a un lugar me renuevo, conozco gente y visito lugares diferentes. Obvio, siempre mantengo las raíces en mi hogar en Monterrey, donde está mi mamá".
