La actriz sólo se preocupa por su aspecto físico cuando está en un proyecto
Aunque Keira Knightley es considerada una de las mujeres más hermosas a nivel internacional, ella reconoce que solo se percata de las implicaciones de su aspecto físico cuando afectan de lleno a sus ofertas de trabajo en la industria del cine.
“Ni siquiera pienso en la belleza como concepto general. Ser supuestamente guapa es un arma de doble filo: tu imagen te puede ayudar a conseguir algunos papeles, pero también te puede dejar fuera de trabajos muy interesantes”, dijo a Madame Figaro.
El escaso interés que muestra la intérprete en relación al universo de la moda y la estética proviene de sus años de adolescencia, ya que en esa época se negaba a vestir con faldas, además de sentir cierta aversión por el maquillaje.
FOTOGALERÍA: LA VERSATILIDAD DE KEIRA KNIGHTLEY EN EL CINE.
“Solía ser demasiado masculina en determinados aspectos, y creo que una de las pocas veces que me puse falda o un vestido tenía ya 14 años. Un poco después empecé a experimentar también con el maquillaje, aunque no tenía demasiada curiosidad”, añadió.
La famosa intérprete podría presumir estos días de ser la cotizada imagen de la fragancia Coco Mademoiselle -parte de la prestigiosa colección de perfumes de Chanel-, pero el hecho de estar felizmente casada con el músico James Righton y de otorgar cada vez más importancia a su vida doméstica le llevan a insistir en que la sofisticación de sus campañas publicitarias es solo “un papel que interpretar”.
“Todo es resultado del maquillaje, una buena iluminación y vestidos de alta costura. Yo interpreto un papel y me convierto en la representación de lo que la gente espera de mí. Hay una imagen pública de mí, pero también tengo otra parte privada que valoro mucho más”, añadió.
FOTOGALERÍA: LA VERSATILIDAD DE KEIRA KNIGHTLEY EN EL CINE.
