El pato a la Pekín

Un manjar exquisito, célebre en algunos restaurantes

El pato asado estilo Pekín (en los menús sigue llamándose así en vez de Beijing) se sirve en varios platillos y es una delicia gourmet. Usualmente se ordena para dos comensales y lo que más gusta -aparte de las jugosas masas de pato que se comen en un plato aparte- es su piel, que sirven con cebollinos y pepinos (cohombros) cortados ultrafinos, y salsa Hoisin, enrolladas en crêpes de arroz muy finas.

El ritual comienza cuando el pato llega a la mesa con un color café oscuro, casi negro, y el experto camarero lo corta poco a poco delante de nuestros ojos. La grasa del pato debe haber sido eliminada lo más posible para que quede bien tostado y crujiente, y para que la suelte mientras se cocina es que vemos los patos colgados en las vidrieras de los restaurantes chinos de New York o de San Francisco. ¡Toda una delicia gastronómica!

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