Los pastelitos huecos o nidos de hojaldre pueden rellenarse con pollo, carne, frutas en almíbar...
Esos deliciosos pastelitos, que son como “nidos” de hojaldre, llamados vol-au-vents (volovanes), que generalmente servimos con varios tipos de rellenos, fueron creados por el famoso chef Carême en París, a finales de los 1700. El aristocrático cocinero los hizo para degustar tanto de un aperitivo como de un plato entrante, rellenos principalmente de un pollo cremoso y suave, para que contrastara bien con el crujiente hojaldre. Se llaman así porque al crearlos el chef dijo que el hojaldre era tan ligero “que volaba al viento” y de ahí lo de “vuelo al viento” o vol au vent.
Desde su invención fueron favoritos de reyes y reinas, junto con los bouchée o bocados calientes, lo mismo que lo fueron las croquetas. Hoy día los vol-au-vents pueden comprarse en la sección de alimentos congelados de algunos supermercados. Su preparación es fácil. Se hornean durante unos minutos y después se les agrega el relleno ya caliente.
Prueba este exquisito relleno
Ya horneados, rellena los vol-au-vents con una mezcla a base de pollo cocido y desmenuzado al que debes agregar salsa blanca o bechamel (prepara la que viene en sobre si necesitas mayor rapidez) con una cucharada de queso crema y otra de queso parmesano -derretidas en la salsa-, trocitos muy pequeños de pimientos morrones, sal y pimienta blanca. Si quieres añadirle un toque de lujo, agrégale trufa a la salsa bechamel.
