En busca del príncipe azul, ¿existe?

En busca del príncipe azul

La búsqueda del hombre perfecto es un ideal que tienen las mujeres desde que son niñas

El “príncipe azul” con el que sueñan todas las niñas, e incluso muchas lo siguen haciendo cuando llegan a la edad adulta, es un arquetipo que resume el “ideal” de hombre para las mujeres, aunque debería puntualizarse que se trata del “ideal” que les han hecho creer a las mujeres que debe ser, asegura la experta en coaching personal Rosetta Forner.

Aunque pueda parecer cosa del pasado y que las mujeres, en pleno siglo XXI, ya no sueñan con hombres que las cuiden, las protejan y las guíen, Forner asegura, en una entrevista, que “hay demasiados príncipes azules. No son una especie en extinción por el momento, porque mientras haya mujeres que les encante ir de princesitas habrá príncipes azules”, a los que la autora dedica su último libro “El príncipe azul que dio calabazas a la princesa que creía en los cuentos de hadas”.

Con su peculiar lenguaje, en clave de cuento de hadas, pues ella misma se considera un hada madrina, Forner asegura en su libro que “no todos los hombres son sapos, al igual que no todas las mujeres son damiselas” además “algunos hombres saben amar, algunos poseen un buen corazón y un alma limpia y algunos son honestos, de fiar y proporcionan amor a la mujer que a su vida se acerca”.

Pero según los roles que marca la sociedad, los hombres “príncipes azules” tienen la obligación de rescatar y hacer felices a las mujeres, a pesar de que son muchas las que están convencidas de que ellos no saben amar y, por lo tanto, son los responsables de que una relación no funcione, explica Forner, quién pone en tela de juicio la actual liberación de la mujer. “No sé dónde está la liberación (...) No entiendo qué les ha pasado a las mujeres en la treintena, porque cuidan menos de sí mismas que las de otras épocas”.

Aunque las mujeres no tengan necesidad económica para unir su vida a un hombre, sí tienen “una necesidad social y emocional tremenda”. A la sociedad “no le interesa una mujer madura, al contrario, la infantiliza y, además, muchísimas mujeres lo aplauden”, mientras que muchos hombres se pasan la vida intentado “despertar princesas”, sean estas quienes sean.

LAS PAREJAS SÓLIDAS SE UNEN DESDE EL ALMA

Y así, según escribe en su libro, la mayoría de las parejas “no suelen resistir la fricción de las ‘múltiples crisis personales’ al no haberse unido desde el alma, sino desde la diversas ‘necesidades’ de la personalidad o de las diversas carencias existenciales”.

“No deberíamos asumir la responsabilidad de hacer feliz a nadie bajo ningún concepto. La vida de cada uno de nosotros es responsabilidad propia”, advierte.

El problema, según la coach personal, es que falta “una educación emocional, sentimental y espiritual, del ser humano en su trascendencia.

Se nos enseña matemáticas, geografía e historia pero no se nos enseña a vivir, eso depende de cada uno, de su carácter, su personalidad y de su familia”.

El peor tópico que hay sobre los hombres es “que no saben amar, que ni sienten ni padecen”. Se trata de una “negación absoluta del alma de esa persona”, pero hay muchas mujeres “que lo usan como si fuera verdad y así tienen la excusa servida para machacarles”, aunque también hay “hombres canallas que se aprovechan de ese tópico” y es que “ni todas las mujeres son buenas y sinceras y saben amar ni todos los hombres son malos”.

Además, rebate la idea de que “las mujeres sean de Venus y los hombres de Marte”. Se trata de una mentira “que conviene a muchísimas mujeres”, pues justifica que ambos no puedan entenderse, “así la culpa siempre está fuera.

Pero antes que buscar culpables a nuestro alrededor, tenemos que asumir la responsabilidad de nuestras vidas, “dejando así de repartir culpas a los demás”, además de hacer introspección para tratar de conocernos. Cuando se adopta esa actitud es cuando una persona “empieza a llevar las riendas emocionales”, asegura Forner.

Superar el complejo de príncipe azul es posible en unos pocos pasos, en opinión de Forner, quien sobre todo aconseja a los hombres que aprendan a creer en ellos mismos y que se valoren, además de recordarles que solo ellos están “al mando” de su propio bienestar emocional, pues “ningún adulto es responsable de la felicidad de otro adulto”.

También aconseja, tanto a hombres como a mujeres, que averigüen cómo les gusta que les amen, ya que es “una pregunta que las personas no se suelen hacer” y a la que hay responder sabiendo cómo nos gusta o no nos gusta que nos traten, qué cosas nos proporcionan felicidad, cuales consideramos innegociables porque nos hacen sentir mal... “se trata de irse conociendo a uno mismo”.

En el fondo todo se resumen en la frase “quiere a ti mismo y sé lo suficientemente adulto como para asumir tus responsabilidades. Yo creo que es muy fácil, pero luego los humanos nos empeñamos en complicarlo”, asegura Forner, quien advierte de que “nadie aparece en nuestras vidas mientras no estemos preparados para ello”.

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