Cómo atraer la abundancia

Conseguir lo que quieres en la vida, ¡está en tus manos! ¿Estás lista para cumplir tus sueños?

¿Quieres esa fabulosa bolsa de diseñador, ese ascenso soñado en tu trabajo, un vestuario parecido al de Kate Middleton? Lograr prosperidad, riqueza o bienestar no sólo depende de las ganas que tengamos para lograrlo ni del dinero. La intención y el modo en que enfrentemos la vida también influye. Trabajar poco más de ocho horas diarias no es suficiente para obtener lo que deseas; tu modo de hablar y pensar pueden llamar a la carencia o abundancia. Gracias a teorías comprobadas, como la ley de la atracción o la programación neurolingüística, aprenderás cómo vibrar junto con el universo para recibir a manos llenas.

¿Por qué a pesar de tu esfuerzo diario y continuo no hay prosperidad?

Esto, tal vez, puede ser a causa de creencias erróneas acerca de qué es bueno o malo, y casi siempre tiene sus raíces en las creencias religiosas, culturales y familiares. Poco a poco, de manera inconsciente, y debido a la repetición de patrones, te adueñas de estas ideas que en vez de llamar y propiciar lo que tanto anhelas, lo ahuyentan, desde el amor hasta el dinero o la realización profesional. A continuación podrás ver cuáles son estos pensamientos preconcebidos y la influencia que ejercen en tu sistema. Toma nota de cada uno y trata de romper con ellos para poder tener aquello que deseas.

¿Vives en un pensamiento de carencia? ¡Bórralo!

Desde el punto de vista psicológico, la sensación de carencia viene de una baja autoestima, que nos hace sentir no merecedoras y poco capaces de conseguir con eficacia lo que anhelamos. Cuando esto sucede, te quedas estancada en la culpa por haberte equivocado y esto te lleva a buscar ser castigada con el fracaso en todas las áreas de tu vida, en cambio, si tu autoestima está sana, emanas energía positiva, actúas y esta regresa duplicada en modo de resultados y motivación a multiplicarlos. Por otro lado, si tus ideas son negativas, como “yo no puedo” y “siempre es muy difícil”, lo primero es darte cuenta, observar qué te dices a ti misma y cómo te sientes al respecto. Si temes a fallar, al rechazo o al propio miedo, observa a dónde te ha llevado este sentimiento, te darás cuenta que en vez de impulsarte te paraliza. Comienza por correr riesgos pequeños y verás que las consecuencias no son tan graves, ayúdate pensando qué es lo peor que podría pasar y qué harías al respecto, así te darás cuenta de que eres abundante en opciones.

El poder de las palabras

Cuando cambias la palabra “necesito” por “quiero”, dejas de ser víctima y de darle peso a lo que no tienes, para empoderarte y ser consciente de que sólo tú lo conseguirás, nadie más. Las palabras tienen una vibración y una energía, lo que dices es lo que creas y las vibraciones parecidas se atraen, así que si hablas desde la abundancia, en vez de criticar o notar la carencia, la atraes. Repite una y otra vez: “Me encanta lo que hago, me va bien y cada vez estaré mejor”, verás que te convences y atraes mejores oportunidades. Si a tu mente llega la frase: “El dinero nunca alcanza”, piensa en alguien a quien sí le alcance y comprende que si ella lo merece, tú también.

Ábrete a la abundancia: agradece, da y recibe

Según Deepak Chopra todo se mueve según nuestras intenciones, así que si ganas dinero para conservarlo por miedo a no tener más, este vendrá de paso. Si ahorras y disfrutas, dejas fluir la energía y esta regresa a ti. ¿Cómo puedes comenzar a recibir? Pues agradeciendo. Al despertar hazlo por 10 cosas, así generas abundancia al sentir que tienes mucho, empiezas a vibrarla y a atraerla. También hay quienes no saben ni pedir ni recibir. Si alguien te ofrece ayuda, tómala, si quieres ganar más, pídelo sin culpas. Ábrete hacia la prosperidad dando algo de ti, sé generosa convencida de que hay de todo para todos.

Primer paso: evalúa tu situación

Para que no vuelva ocurrir una crisis financiera tienes que saber qué la provocó, sean emociones, acciones o pensamientos. Después, evita pensar en qué ahorrar, sino en cómo generar dinero. Escribe una lista de 30 maneras de cómo SÍ puedes conseguirlo, verás que hay muchas ventanas de oportunidad. Después, haz un plan de acción con base en objetivos. Dispón 10% de lo que ganas a pagar deudas, no compres nada a plazos, excepto aquello que sea un bien a futuro. Jamás empeñes, pues acostumbras a tu mente a que siempre hay de dónde “agarrar” en vez de crear nuevas cosas y así no tendrás que actuar por desesperación.

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