Remedios rápidos para tiempos cortos

Remedios rápidos para tiempos cortos

¿Te gustaría que el día tuviera más de 24 horas para poder hacer todo lo que necesitas? ¡Cuidado! Tu calidad de vida puede disminuir si no eres capaz de disfrutar el momento...

Si eres una de esas personas sin tiempo para ir al gimnasio, comer sano, salir con las amigas o estudiar otro idioma, darías oro porque el día tuviera más de 24 horas. Pero como dice un viejo refrán chino, ?una pulgada de oro no compra una pulgada de tiempo?. Es por eso que vives en un constante corre-corre que te agobia muchísimo y te llena de estrés.

Por supuesto, nadie tiene que recordarte que el estrés es dañino para la salud, y no solo la física, sino, sobre todo, la mental y la emocional. La calidad de vida disminuye y no eres capaz de disfrutar del momento, pues siempre estás corriendo contra el reloj.

Y no estás sola. De acuerdo con una encuesta de Gallup realizada en el 2015, un 48 por ciento de los estadounidenses se queja de que no tiene suficiente horas en el día para realizar sus obligaciones y disfrutar de la vida. ¡Casi la mitad de la población padece de escasez de tiempo!

Pero... detén la carrera por un momento e invierte unos minutos para conocer las herramientas que necesitas para administrar el recurso más valioso que existe, porque ¿qué es la vida, sino tiempo?

1. DURANTE UNA SEMANA, LLEVA UN RECORD DEL TIEMPO QUE INVIERTES EN CADA COSA. No creas que esto es una pérdida de tiempo, sino todo lo contrario: es la mejor forma de descubrir por cuál ?agujero? se te escapan los minutos que se convierten en horas. Por ejemplo: ¿cuánto tiempo pasas leyendo correos electrónicos chatarra (anuncios, chistes, cartas de cadena, etc.)? ¿Realizas alguna tarea que sería mejor asignarle a otro (por ejemplo, ordenar el cuarto de tus hijos adolescentes o pagar a alguien para que te haga las compras)? ¿Estás demasiadas horas en los sitios sociales de Internet? Al final de la semana ilumina con un marcador todas las ?fugas? de minutos y horas que podrías invertir en otras cosas.

2. ¿ERES UNA DE ESAS PERSONAS QUE NO SABE DECIRLES ?NO? A LOS DEMÁS? ¡DETENTE! Por vergüenza o para no defraudar, aceptas invitaciones, haces favores y asumes obligaciones ajenas con un solo resultado: después de cumplir con todos, no te queda tiempo para ti. Si dices ?sí? por reflejo, a partir de ahora, antes de aceptar esa invitación o de correr a acceder a hacer un favor, pronuncia las palabras mágicas: ?Déjame revisar mi agenda?. Esto te permitirá dar una respuesta clara y contundente: ?Lo siento, tengo un compromiso previo?.

3. Y ESTO NOS LLEVA AL QUID DE LA CUESTIÓN: TU AGENDA PERSONAL. Ten siempre a mano una agenda dividida en secciones por mes, día y hora (como a las que puedes acceder en tu teléfono celular). Esta es tu lista de prioridades y solo tú puedes respetarla. Es por eso que si tu amiga Zoila Fresca te pide que cuides a sus hijos mientras ella se va de compras, abrir tu agenda en ese día y hora te hará ver tus prioridades. Una buena opción es programar recordatorios en tu agenda electrónica para que te avise con tiempo las tareas que tienes pendientes.

4. ¡PROGRÁMALO TODO! La cita con el médico, la visita a la biblioteca pública, la salida con las amigas, la lectura del reporte de trabajo antes de la reunión del lunes... Esto es superimportante, porque cuando recuerdas que tienes que hacer algo que no habías escrito en tu agenda, todo tu día se desestructura y caes en el famoso corre-corre de siempre.

5. MUCHAS PERSONAS NO SE DAN CUENTA DEL TIEMPO QUE INVIERTEN EN LLENAR LA ALACENA. Todos los días tienen que ir al supermercado, pues siempre les falta algo en casa. Para solucionar esta gran fuga de tiempo, crea una lista para los mandados y colócala al alcance de tu familia. Esta es la regla familiar que todos deben seguir para que el plan funcione: la persona que use la penúltima barra de jabón o beba la penúltima lata de soda debe anotar los productos en la lista del mercado.

6. COMBINA TUS SALIDAS. Si tienes que llevar a tu hija a las clases de karate, ¿por qué no aprovechas esa ocasión para hacer todo lo que te quede en camino o cerca de esa zona, como devolver los libros de la biblioteca pública, recoger la receta en la farmacia, ponerle gasolina al auto o pasear al perro? Esto te permite ahorrar tiempo, energía ¡y gasolina! Por otro lado, redacta una lista con todas las tareas que puedes ?subcontratar?, como por ejemplo, asear la casa, llevar el auto a lavar, hacer jardinería, etc. Otra opción es tener un servicio de entrega de comidas a domicilio y hacer algunas de tus compras por Internet.

Muchos sitios incluso te envían suministros semanales o mensuales, de acuerdo con tu preferencia.

7. SÉ PROACTIVA. La noche anterior, prepara lo que vas necesitar por la mañana: los ingredientes para el desayuno, las mochilas escolares, la ropa para ir al trabajo, etc. Esto reduce el número de cosas que tienes que hacer antes de salir de casa.

8. TEN UN LUGAR PARA CADA COSA y mantén cada cosa en su lugar. Este consejo parece obvio, ¿no es cierto? Pero te sorprendería saber cuántas personas pierden preciosos minutos localizando sus lentes, las llaves del auto, el reporte del trabajo o el control remoto de la TV. Cuando uses algo, colócalo inmediatamente donde le corresponde. Ahorrarás tiempo y energía mental.

9. ¡COMIENZA A DELEGAR! Las personas que son perfeccionistas muchas veces son incapaces de delegar hasta las tareas más pequeñas, pues piensan que ?si quieren hacerlo bien, deben hacerlo ellas mismas?. Esto les roba una increíble cantidad de tiempo en cosas insignificantes. Aprende a determinar cuándo debes exigir perfección (vas a descubrir que pocas veces) y cuándo puedes aceptar que algo es ?suficientemente bueno?. Este cambio de actitud no solo te libera horas de tiempo, sino que te permite ver la vida de una manera más relajada. Entonces podrás disfrutar del momento presente sin esa sensación de urgencia constante.

10. ESTE ES EL CONSEJO MÁS IMPORTANTE DE TODOS: APRENDE A RELAJARTE PARA QUE PUEDAS DISFRUTAR DEL IRRECUPERABLE TIEMPO. Cuando más agobiada te sientas, detente un minuto. Durante los próximos 60 segundos concéntrate en la respiración. Borra todo de tu mente. Inhala lenta y profundamente, y luego exhala, sintiendo que así dejas ir todas las tensiones. Sonríe, da las gracias a la vida por regalarte esos preciosos segundos y repite constantemente esta frase: ?Hay tiempo para todo?.

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