Los siete pecados capitales que cometen las parejas

Los siete pecados capitales que cometen las parejas

Descubre cuáles son los principales errores que pueden dañar tu relación

A nadie le gustan las peleas, aunque, en ocasiones, puedan llegar a generar beneficios en la vida de las personas. Lo importante a la hora de discutir es no herir al otro de forma innecesaria. Por eso, te decimos cuáles son los siete pecados capitales que suelen cometerse en pareja, para que las evites y mantengas una relación placentera.

1. No querer pelearse

Evitar discutir no implica que un problema se vaya a solucionar. Es más, esconderlo bajo la alfombra suele empeorar la situación. Por eso, pelearse no es algo malo en sí, comenta el terapeuta de pareja David Wilchfort. Lo malo es quedarse solamente con quién tiene razón. “En una relación se debe desarrollar una cultura constructiva del conflicto”, recomienda Ferdinand Krieg, experto en el tema.


2. Intentar ganar siempre

El objetivo de una discusión no debe ser “yo quiero ganar”, sino “nosotros queremos ganar”. Wilchfort pone un ejemplo: “La pareja está unida por una cuerda. Si uno tira, el otro siente que la cuerda se pone tensa, y de manera refleja, tira de ella. Así que cada uno tira para su lado. ¿Y entonces? ¿Alguno tiene que ceder? No. Solamente cuando los dos aflojan, la cuerda deja de estar tensa”, explica el especialista.

NOTA: TIPS PARA AUMENTAR LA PASIÓN EN TU RELACIÓN


3. Hacer una montaña de un grano de arena

Las peleas porque alguno deja la pasta de dientes sin tapar o los calcetines tirados son un clásico. ¿Por qué un grano de arena crece tan rápido hasta hacerse una montaña? Wilchfort señala que es porque uno piensa que el otro no está respetando sus deseos. A lo que se suma el miedo a tener que aguantar siempre lo mismo. “No es el calcetín que deja el otro, sino que uno se ve delante de los mil calcetines que el otro va a dejar tirados en los próximos años”, comenta

David.


4. Generalizar

“Siempre dejas tus cosas tiradas” o “nunca vas a comprar al supermercado”. Este tipo de frases son “mortales”, subraya Krieg, porque el otro no se puede defender. El terapeuta asegura que funcionan mejor los ejemplos positivos, como “antes, siempre bajabas la basura”.

5. Acusar al otro

Que una frase sea hiriente depende mucho de cómo se diga. Decir “eres un dejado” suena bastante agresivo, porque el problema se convierte en un reclamo hacia el otro, señala Ferdinand. Es preferible enviar mensajes en primera persona, como “no me siento bien cuando hay tanto desorden”.


6. Montar una escena delante de otros

¿Los padres están de visita? ¿Vinieron unos amigos? Es el mejor momento para que una pelea se transforme en algo penoso. “Cuando uno de los miembros de la pareja ataca al otro delante de los demás, lo deja muy mal parado”, señala Krieg. En estos casos, hay dos formas de salvar la situación, alejarse un momento para hablar en privado o dejar la discusión pendiente para otro día.

7. Gritar

Ferdinand indica que es muy fácil entrar en una espiral de acusaciones que, además de terminar en gritos, no llevan a nada. La psicóloga Felicitas Heyne cree que, en ese caso, lo mejor es hacer una pausa. “Se puede decir: mira, no estamos pudiendo hablar con calma. Dejémoslo y dentro de un rato nos sentamos, cuando podamos hablarnos bien”, recomienda la experta.

NOTA: TIPS PARA DESPERTAR LA PASIÓN EN LA RELACIÓN


Relacionado