Descubre la razón...
Reinas o princesas herederas, casadas por la religión católica, cuentan con el llamado ?il privilegio del bianco? o ?le privilège du blanc?, en francés, antigua tradición del protocolo Vaticano reservada para eventos especiales, tales como audiencias privadas, canonizaciones y misas de beatificaciones.
NOTA: Más amor, menos sufrimiento
Según la rígida regla, las soberanas, princesas o primeras damas que no sean católicas, deben vestir de negro y llevar el pelo cubierto con una mantilla o velo de encaje. Las siete privilegiadas son la reina Letizia de España; la princesa Charlène de Mónaco; la reina Matilde de Bélgica; Marina, la princesa de Nápoles; la reina emérita Sofía de España; la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo y la reina emérita Paola de Bélgica.
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