Muchas mujeres se saltan este alimento pensando que así no subirán de peso, ¡no caigas en el mismo error!
Hay muchos mitos que circulan alrededor de la merienda; uno de ellos es que si cenamos, acumularemos mayor cantidad de grasas porque se supone que ese grupo de alimentos sólo lo deberíamos consumir en la mañana o por la tarde. Sin embargo, el problema no es que comas después de las seis de la tarde, sino lo que comes.
Obviamente si tu merienda es a base de grasas y carbohidratos, éstos no se van a asimilar correctamente, pero tampoco es bueno comer únicamente hojas de lechuga. El consejo principal que te damos es: no improvisar. Si esperas hasta el último instante para decidir qué cenarás, vas a tomar lo primero que se te atraviese.
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Con el fin de mejorar los hábitos alimenticios, es necesario tener en cuenta que el menú pensado para la hora de la cena debe complementar lo que se come a lo largo del día y debe incorporar alimentos fáciles de digerir, tales como verduras cocidas, caldos o carnes magras y pescados a la plancha con el fin de facilitar el descanso y cuidar nuestro organismo.
Aunque ya lo sabes, lo más recomendable es hacer un total de cinco comidas al día (desayuno, un snack ligero a media mañana, comida, otro tentempié antes de que llegue la noche y cena), así evitarás las ganas de ?picar? entre horas y no te levantarás con mucha hambre.
Los mejores alimentos que deberías incluir en tu cena son:
- Ensalada o verduras cocidas
- Arroz y pastas integrales, patatas o legumbres: en pequeñas cantidades, ya que pueden producir flatulencias.
- Pescados, huevos, aves o pequeñas porciones de carne.
- Pan, preferiblemente integral.- Frutas enteras, ralladas, crudas o cocidas.
- Lácteos: yogurt (de preferencia griego).
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