Radiante por dentro y por fuera

Radiante por dentro y por fuera

Lucir una figura bella y una piel resplandeciente, es posible con una alimentación para desintoxicar el organismo

Poner el cuerpo a tono no significa siempre pasar horas en el gimnasio o mantenerse en pie con una dieta feroz. Una alimentación para desintoxicar el organismo permite lucirlo bello y con una piel resplandeciente.

Conocer el índice glicémico de nuestro organismo, los secretos de una buena dieta desintoxicante que nos revitalice sin la necesidad de recurrir a los excesos para dejar de comer y una alimentación equilibrada es lo que nos ayuda a mantener el cuerpo limpio, equilibrado y a tono.

La doctora Paula Rosso del centro médico Lajo Plaja aconseja una dieta antioxidante “perfecta para mejorar las defensas del organismo”.

El doctor Carlos Jarne, de Laboratorios Ysonut, explica que los resultados que persigue la “operación bikini” se pueden lograr incorporando hábitos alimentarios saludables, como, por ejemplo, el consumo de alimentos “ricos en fibra, que evitan la subida de la insulina y facilitan la pérdida de peso”.

LA INFLAMACÓN SE PUEDE EVITAR

Rosso recomienda un poco de sol para recargarnos de vitamina D. “Con 20 minutos es suficiente” para evitar enfermedades degenerativas.

En su propuesta alimenticia, dice: ¡hola!, a los carbohidratos integrales y, ¡adiós! a los azúcares y harinas refinadas que favorecen la “inflamación crónica del organismo”.

Pese a que sorprenda recomienda tomar café, “mejor natural que tostado porque contiene más antioxidants” y protege contra la diabetes.

LA BUENA FAMA DE LA MANZANA

El té contiene catequinas y polifenoles y, según esta dieta antioxidante, mejor el “blanco, seguido del verde”.

“La buena fama de la manzana está bien fundada” y una al día es una excelente proporción.

Los frutos del bosque también los incluye como favorecedores del sistema, ya que contienen un alto efecto “antiinflamatorio”, a ellos añade el caqui, una fruta tropical, que al igual que el persimón (un caquí inmaduro), es “un poderosos arma antirradicales libres”.

Los pimientos, las nueces, las espinacas y el aceite de oliva son ricos en vitaminas C y E y favorecen el sistema inmune.

FOTOGALERÍA: ¡SUSTITÚYELOS POR ALIMENTOS MÁS SANOS!

NO A LAS DIETAS MILAGRO

El laboratorio especialista en nutrición y salud Ysonut aconseja no esperar al último momento para poner el cuerpo a punto. “No se deben buscar resultados a corto plazo”.

El doctor Carlos Jarne asegura que las fibras alimentarias solubles, extraídas de frutas ricas en pectina (fibra natural), en cantidad suficiente, actúan como un filtro para el intestino para frenar la absorción de ácidos y mejorar así el control glucémico.

Para gestionar el peso idóneo para nuestra constitución es vital controlar el aporte cotidiano de alimentos bajos en índice glucémico (IG) pues, según Jarne, diversos estudios han demostrado que una dieta con un IG bajo favorece la pérdida de peso y contribuye a la oxidación de las grasas, con lo se reduce su acumulación en el organismo.

Los alimentos que contienen ciertas fibras solubles, como la fruta o alimentos con cereales integrales, tienen un índice glucémico bajo, todo lo contrario que los alimentos refinados.

La naturaleza o la cocción son también factores que influyen en el índice glucémico. La pasta “al dente” tiene un IG más bajo que la pasta excesivamente cocida, ya que el almión gelatinizado se digiere más despacio.

Alex Pérez, nutricionista de Go Fit, asegura que sobre la alimentación existen algunos mitos que conviene revisar como el hecho de que la sal engorda. “La sal retiene líquidos pero no genera grasa”, aunque el agua retenida hace que aumente el peso corporal.

Pese a lo que siempre se ha dicho las espinacas no aportan tanto hierro como para ser eficaz para el organismo, ya que el aporte de otros alimentos de origen animal es mucho más efectivo.

“No es cierto que los productos lácteos perjudiquen la salud”, dice el nutricionista, quien añade que depende de su contenido en grasa y de la cantidad que ingiramos.

Por último, asegura que los productos integrales engordan menos si tienen la misma composición que los hechos con harina refinada, “aunque no de forma espectacular”.

“Unas magdalenas integrales no dejan de ser magdalenas, con mucha grasa y azúcar, aunque harina para su elaboración sea integral”, concluye.

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