Acostúmbrate a hablarle con frases completas a tu bebé, ya que es mejor para su aprendizaje
Desde pequeño, háblale a tu hijo de manera correcta, usando oraciones completas y no palabras sueltas. El cerebro del bebé está absorbiendo y procesando la información que más tarde habrá de expresar con mayor coherencia si tú le has ofrecido las herramientas adecuadas.
No le digas solo: “El conejo tiene cola”, sino: “Mira qué cola tan copiosa y blanca tiene el conejo; es mucho más suave que la del perro”.
De esa manera le estarás ayudando a aprender a hacer comparaciones y a conocer diferentes animales, además de una variedad de términos.
Un estudio de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, afirma que los niños aman escuchar a sus padres cuando les hablan, y que desde los 8 meses de edad comienzan a enfocarse en los sonidos que escuchan a su alrededor, especialmente en su hogar.