¿Por qué duelen los cambios y cómo evitar el sufrimiento que viene con ellos?

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Cuando se trata de transformarnos, lo más difícil es aceptar que cambiar duele. ¿Y qué es lo que más nos causa dolor? Las creencias, sobre todo las que tenemos de nosotros mismos, ya que solemos autoconfirmar lo que creemos ser, inventando un “yo” que defendemos a toda costa. Con esa mentalidad podemos hacer reformas y una que otra modificación interna. Sin embargo, lo que necesitamos es una revolución interior, mirarnos sin anestesia y hacer, incluso, una mutación, cuando descubrimos que no somos lo que creemos ser.

Al plantear lo anterior, el psicólogo y escritor Walter Riso reconoce que las mujeres le llevan mucha ventaja a los hombres. “Ellas se encuentran en un proceso mayor de reestructuración y empoderamiento de su posición en la sociedad y tienen más inteligencia emocional que nosotros. Por ejemplo, las mujeres solicitan con más frecuencia cita con el terapeuta que los varones, en busca más de cura que de alivio, y sabiendo que cualquier transformación es dolores y que hay un sufrimiento inevitable. “En cambio los hombres, cuando arriban a la cita, no lo hacen tocando a la puerta, sino arrastrándose como amibas por debajo de ella. No tienen esa actitud preventiva con respecto a su salud que sí tienen las mujeres”.

Cuando hablamos de recuperar el ‘yo’, nos referimos al autogobierno, la autonomía y la autodeterminación; el ser el último juez de nuestra propia conducta y romper radicalmente con todos esos patrones que nos inhiben. “En ese camino, las mujeres están más adelantadas, pues ellas ya deconstruyeron su feminidad y nosotros necesitamos desaprender más que ellas, haciéndolo con nuestra masculinidad, es decir, deshaciéndola para construir una nueva masculinidad”, considera el autor de Atrévete a ser quien eres (Planeta, México, 2022). En otras palabras, “cuando se habla de la recuperación del ‘yo’, se trata de equilibrar el ‘yo’ real y el ‘yo’ ideal, de trabajar en la autorrealización y en la autobiografía, de pensar en uno mismo dentro del contexto histórico, y rescatar los valores y principios propios, reconociéndose como una persona digna”.

Uno de los pasos hacia la transformación es que no debemos ser como la mayoría, sino defender y reafirmar nuestra singularidad. Para ello, el autor de Enamórate de ti propone a la mujer “desprenderse de la multitud, de la tribu, de la colmena que pretende uniformarla.
Ella debe inventar su propia belleza y moda. ¿Quién le dio autoridad a alguien para decir que algo es bello o no es bello? Es absurdo. La belleza es una actitud. Si tú te sientes bella, lo eres. Si tú te sientes fea, vas a hablar como fea, caminar como fea. De hecho, hay personas muy lindas... hasta que hablan. Por eso, la mujer debe desprenderse de esa dependencia emocional, sobre todo, de esos apegos que la cultura le marca, como el consumismo, que apunta mucho hacia ella”.

En cuanto a su planteamiento de no permitir que te aplasten las mentes rígidas y conformistas, abriéndote a lo nuevo y reinventándote como mejor te parezca,
Riso propone ser inconformista al asumir que hay determinadas normas, tradiciones y costumbres que no nos van. “¿Y qué es lo más opuesto a la resistencia al cambio? La valentía. ¿Y quiénes son más valientes? Las mujeres, que saltan más que los hombres, para defender a sus hijos, cuando los atacan.

Con información de Walter Riso

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