Esta semana el presidente de Francia, Emmanuel Macron, realizó una visita de Estado al Reino Unido y fue recibido por el rey Carlos III. Sin embargo, durante este encuentro el mandatario se habría saltado el protocolo con este gesto.
¿Por qué se dice que Emmanuel Macron rompió el protocolo real?
La visita de Estado, que tuvo lugar el pasado 8 de julio, incluía todos los elementos del ceremonial británico: honores militares, desfile de guardias reales y un paseo conjunto entre las filas de soldados. Sin embargo, un detalle aparentemente menor encendió el debate en los medios: Macron caminó por delante del monarca durante parte de la inspección.
El gesto fue captado por las cámaras mientras ambos recorrían a los Grenadier Guards y a los Scots Guards en el Castillo de Windsor. Mientras que usuarios en redes sociales interpretaron ello como un gran desconocimiento por el protocolo. Incluso, un internauta expresó en X: ¿No debería saber que no debe caminar delante del Rey? ¡Se cree Napoleón de verdad!”, según lo que recoge la revista People.
Sin embargo, y pese a que para algunos esto podría leerse como una clara falta al procotolo real, la realidad es que no está clara la manera en la que un mandatorio debe actuar en este tipo de actos.
De hecho, Cameron Walker, corresponsal de la cadena GB News, explicó en una transmisión en vivo que en visitas de Estado el anfitrión, en este caso Carlos III, puede ceder simbólicamente el protagonismo al jefe de Estado invitado. “Es costumbre que el Rey, como anfitrión, dé paso al presidente extranjero, que es el invitado de honor en el Castillo de Windsor”, según las palabras de este reportero que recoge People.
Emmanuel Macron también rompió el protocolo con Kate Middleton
Pero la controversia no terminó allí. A su llegada a la base aérea de Northolt, Macron también generó comentarios al besar la mano de Kate Middleton. Un gesto que, si bien puede interpretarse como una señal de cortesía francesa, fue criticado entre los más puristas del protocolo británico.
Pero, según el sitio web oficial de la monarquía, no existe una norma como tal para dirigirse a un miembro de la Familia Real y que, más bien, “muchas personas desean observar las formas tradicionales, pero otras simplemente optan por dar la mano”.
A pesar de las críticas, lo cierto es que el gesto de Macron está lejos de constituir una infracción grave al protocolo real. En todo caso, podríamos decir que se trata más de una diferencia de estilos: el toque informal y cercano del presidente francés frente a la rigidez ceremonial de la monarquía británica.
Por último, cabe resaltar que ni Carlos III ni el Palacio de Buckingham han emitido comentario alguno al respecto, lo que sugiere que el incidente no ha pasado de ser una anécdota curiosa en medio de una visita destinada a reforzar los lazos diplomáticos entre ambos países.
