Carlos y Camilla: 10 años de gran amor

Carlos y Camilla: 10 años de gran amor

¿Cuál es el secreto de la felicidad de esta pareja real, que se ve tan sonriente y unida? ¡Descúbrelo aquí!


El pasado abril cumplieron 10 años de casados y son muy felices. Y mientras el príncipe Carlos de Inglaterra y la duquesa Camilla de Cornwall continúan inaugurando hospitales o exhibiciones de flores, los ingleses están encantados de tener ?en espera del trono? a este matrimonio que siempre sonríe y que, aparentemente, es dichoso y bien llevado.

Pero ¿existe un secreto sexual o íntimo que mantiene a esta pareja tan feliz? ?No?, me cuenta un amigo londinense, ?el secreto es mucho más sencillo y consiste en que Camilla deja que Carlos haga todo lo que quiere, sin sacrificarse para nada en su matrimonio. O sea, llevan vidas paralelas, con sus propios intereses, y se unen en distintos momentos y la pasan bien?.

Una descripción perfecta de una pareja que, sin duda, se ama, ha vivido muchos años en el borde del volcán, y forma un ?dúo fantástico?.

Al parecer, Camilla es genial, ?pues sabe comprender muy bien a su marido, quien adora estar solo, y ella no se ofende cuando Carlos se va algunos fines de semana a su finca en Highgrove, sin compañía, para observar los pájaros o conversar con la naturaleza?. Ella, por su parte, aprovecha esas ausencias para irse a su propia finca Ray Mill House en Wiltshire (a 27 kilómetros o 17 millas de la de Carlos), y pasar unos días encantadores con sus hijos y nietos, los que no le interesan mucho al príncipe, quien no tiene el corazón cálido y familiar de su esposa.


FOTOGALERÍA: EL PRÍNCIPE DE GALES Y LA DUQUESA DE CORNWALL: MÁS UNIDOS QUE NUNCA

Cuando ascienda al trono, el príncipe Carlos quiere hacer de Camilla su ?reina morganática? (la persona que viene de un estatus social inferior, y no puede heredar los títulos, la fortuna ni los derechos de ascensión de su marido, el rey). De esta manera la premiaría por haberse adaptado a su matrimonio y haber logrado que el pueblo inglés la llegue a apreciar mucho (¡y hasta a querer un poco!) y que sus hijos William y Harry la hayan aceptado totalmente, después de que crecieron oyendo llorar a su madre, la princesa Diana, mientras hablaba horrores de la entonces amante de Carlos.

Camilla, como dicen todos, es una mujer muy lista, 100% inglesa, pues siempre ha preferido oler a caballos que a perfumes franceses, que sabe disfrutar cuando toma una cerveza en una taberna y reír a carcajadas de un chiste subido de tono. A la vez, ?es una mujer alegre por naturaleza, muy con los pies en la tierra, muy sensual en su manera de ser, pues toca a la gente al hablar, la abraza, y no es prepotente ni arrogante?. ¡Todo lo contrario de su marido!

Según el nuevo libro Charles: The Heart of a King, de Catherine Mayer, el príncipe todavía siente mucha culpabilidad por haber introducido a Diana ?todavía muy jovencita? en un mundo de protocolo y frialdad que la chica no se merecía, y Camilla ha sabido convencerlo de que todo aquello es pasado y que no debe revolver viejos demonios.

Cuando viajan juntos, incluso a eventos oficiales, Camilla muchas veces lo hace 2 o 3 días antes, para que cuando Carlos llegue todo esté tal como a él le gustan las cosas ¡y para tomarse un descanso! En un reciente viaje a México, ella estuvo unos días sola en el lujoso hotel Carlisle Bay, en Antigua, antes de reunirse con el príncipe en el viaje oficial. Y cuando regresan, después de varios días seguidos de estar juntos las 24 horas del día, siempre hay dos carros esperándolos en el aeropuerto, y cada uno se marcha a sus respectivas fincas para relajarse y pasarla bien a su manera. Y ese espacio tan conveniente es precisamente el secreto de su felicidad.

Carlos y Diana pasaban gran parte de su tiempo separados porque ?no podían soportar estar en compañía uno del otro?, dicen algunos ingleses. Carlos y Camilla hacen algo parecido, pero es “como si todavía fueran amantes y
esa distancia hace que su matrimonio funcione de maravilla. Ellos llevan vidas separadas, pero cuando están juntos disfrutan de momentos fantásticos?. Camilla sabe que es una buena idea dejar a Carlos solo con sus pensamientos, y que cuando él lo desee y se sienta bien, se acercará a ella feliz, buscando a su confidente y a su amante. ¡Y ella estará encantada!

La felicidad de esa pareja real también se refleja en la forma como luce Camilla. ¡Mejor que hace 10 años! Ha aprendido que a Carlos le gusta verla elegante (le fascina como luce su esposa vestida de blanco), llevando sombreros de ala grande y las maravillosas joyas reales que la reina Isabel le presta. Camilla también se da masajes, se hace la pedicura y la manicura que por años despreció (¡de soltera, sus compañeras de internado la acusaban de que nunca se bañaba!) y, como tiene doncellas personales y un amplio servicio, lleva la ropa de manera perfecta.

Los súbditos de la corona cada día aceptan más y más a Camilla, quien incluso era detestada por la reina Isabel II. Esta, en una ocasión, la llamó ?mala mujer?, porque no podía aceptar el adulterio cometido por su hijo con Camilla. Pero 10 años después todo ha cambiado... Camilla Parker-Bowles, la mujer que Carlos siempre quiso tener a su lado, se ha convertido en una duquesa con gran estilo y simpatía.

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