El pasado 4 de agosto, Meghan Markle cumplió 37 años, pero sabemos que no tuvo un gran festejo, sino que pasó parte del día en la boda del mejor amigo de Harry, Charlie van Straubenzee, quien contrajo matrimonio con Daisy Jenks. Y qué mejores motivos para estrenar outfit, que a decir verdad, al tener poco tiempo en calidad de “royal”, es normal que aún no comience a reciclar su guardarropa. Para ese día, Meghan eligió el vestido de falda plisada en tonos verde, blanco y rosa ‘Shoanah Dress’ de Club Monaco, que combinó con tocado de Philip Treacy, clutch de Kayu, pendientes de Vanessa Tugendhaft, brazalete de Shaun Leane-, cinturón de Miu Miu, gafas de sol de Linda Farrow y tacones ‘Deneuve’ de Aquazzura.
Con este look, discreto y acertado, la duquesa de Sussex se ganó muchos comentarios positivos, sin embargo, un desliz en su guardarropa fue el que más llamó la atención y que fue muy comentado en las redes sociales. A las afueras de la iglesia de St. Mary the Virgin, en Frensham, Inglaterra, donde se celebró el enlace, uno de los botones del escote del vestido de Meghan se desabrochó y dejó a la vista su sujetador negro de encaje. Aunque este desliz es un clásico, al tratarse de la esposa del príncipe Harry llamó mucho la atención. La exactriz reaccionó con rapidez y se tapó el escote mientras se reía discretamente, aunque los fotógrafos lograron captar el momento.
Ante tal situación, hubo diversas opiniones. Están aquellos que dicen que no era un sujetador sino una camiseta y, quienes creen que estos deslices son los que la hacen una mujer más cercana, ¿a quién no le ha pasado? Pero, incluso, otros manifiestan que la duquesa lo hizo a propósito para mostrar su lado sensual y que este no es un gesto adecuado para la Casa Real.
