Un fin de semana ocupado para Catherine

Un fin de semana ocupado para Catherine

La duquesa de Cambridge asistió a varios eventos, uno de ellos con su hermana, Pippa

Junio 13, 2011

Estos últimos par de días estuvieron llenos de actividades para la realeza británica, especialmente para la duquesa de Cambridge, quien se participó en diferentes eventos.

Para comenzar, Catherine decidió apoyar a un amigo, Sam Waley-Cohen, el hombre al que los medios británicos han apodado como el “cupido real”, por ser el artífice de la reconciliación entre Catherine y el príncipe Guillermo en 2007, después de que los jóvenes se mantuviesen distanciados un tiempo. Tras cuatro años, ya convertidos en marido y mujer e inmersos en sus numerosos compromisos oficiales, los duques de Cambridge quisieron compensar a Waley-Cohen acudiendo por sorpresa a su boda. Aunque el príncipe Guillermo no pudo asistir al enlace, las hermanas Middleton sí estuvieron y causaron sensación.

El paseo hasta la iglesia junto a Pippa fue una auténtica batalla de elegancia: por primera vez desde la boda real, las hermanas se dejaron ver juntas en un acto público y las cámaras no tardaron en retratar el momento. Con estilos diferentes y haciendo gala de su porte distinguido, volvieron a ser el centro de atención.

De hecho, las apuestas sobre cuál de las dos es la favorita de los británicos llenaron la prensa inglesa al día siguiente de su aparición. Y parece que, en esta ocasión, la balanza se inclinó en favor de la mayor de las Middleton. Kate volvió a demostrar que es una joven tan elegante como práctica: lució un vestido de corte por la rodilla ?que combinaba motas en blanco y negro con un favorecedor cuello barco y manga corta? con el mismo tocado con el que se había dejado ver en la mañana durante el desfile junto a la familia real.

Por su lado, Pippa estuvo radiante con un abrigo en un eléctrico verde pistacho que cubría un traje brocado en tonos grises y, al igual que su hermana, en el pelo llevaba un sombrero en negro. Pero, eso sí, parecía algo eclipsada por el majestuoso porte de su hermana, la verdadera protagonista del día. Además de las Middleton, al enlace también acudió la hija de Sarah Ferguson, la princesa Beatriz, junto a su novio Dave Clark.

Celebran a la reina

El mismo sábado, pero en la mañana se llevó a cabo una gala militar en el centro de Londres para celebrar el cumpleaños de la reina Isabel, quien cumplió 85 años el pasado mes de abril y asistió al tradicional desfile “Trooping the Colour”, con el que se conmemora el aniversario de la monarca.

Ahí, Catherine lució el mismo atuendo con el que se le vio en la boda de su amigo Sam Waley-Cohen en la tarde, solo que lo complementó con un abrigo blanco.

El “Trooping the Colour” consiste en la presentación al soberano de la bandera de los regimientos que se encargan de la guardia del palacio de Buckingham y es uno de los desfiles de mayor pompa y esplendor a los que se puede asistir en el mundo.

Desde que llegó al trono en 1952, con la excepción de 1955 a causa de una huelga ferroviaria, la reina ha asistido anualmente a este desfile que celebra la Guardia de Caballería en la gran explanada de Whitehall, el complejo de edificios del Gobierno.

Hasta allí llegó en un carruaje junto a su esposo, el duque de Edimburgo, que esta semana celebró su 90 cumpleaños y que iba vestido con el uniforme de coronel de la Guardia de Granaderos, con su reconocible casaca roja y gran morrión de piel de oso.

Les siguieron a caballo, entre otros, su primogénito y heredero de la corona, el príncipe Carlos, coronel de la Guardia Galesa, y el príncipe Guillermo, que participó por primera vez en el desfile con su nuevo grado de coronel de la Guardia Irlandesa.

Guillermo y su esposa Catalina, los duques de Cambridge, robaron parte del protagonismo a la reina, ya que era la primera vez que participaban en este desfile desde que se casaron en abril.

Seis semanas después y en sentido contrario, Catalina revivió el trayecto en carroza el día de su boda por el Mall, la gran avenida que une el Palacio de Buckingham con Whitehall, en esta ocasión acompañada por su cuñado, el príncipe Enrique, su suegra, la duquesa de Cornualles, y su tío político, el duque de York.

Tras el desfile, la familia real al completo regresó al palacio de Buckingham, donde salieron al balcón principal para presenciar la exhibición aérea con la que el ejército del aire se sumó a la celebración del 85 cumpleaños de la reina Isabel.

Y también al duque de Edimburgo

El domingo, la familia real británica celebró en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres, el 90 cumpleaños del duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel de Inglaterra.

El príncipe Felipe, que nació en la isla griega de Corfú el 10 de junio de 1921 y es el consorte que más tiempo ha ocupado el puesto en la historia de la monarquía británica, lo celebró junto a familia y amigos, que asistieron a una misa en la capilla del palacio.

En total, hubo más de 750 invitados, que tras la ceremonia religiosa comieron canapés en una recepción oficial, a la que siguió un almuerzo privado únicamente para los familiares más cercanos.

La intención de la Casa Real ha sido mantener un perfil bajo de las celebraciones y el duque de Edimburgo mantuvo sin cambios su agenda oficial el pasado viernes, la fecha de su aniversario.

No se autorizó la presencia de los medios de comunicación en la misa de acción de gracias en la capilla de Windsor, que fue oficiada por el deán del templo, el reverendo David Conner.

“Así es como a él le gusta. Perfil bajo. Es algo muy típico de él”, dijo un ayudante del duque a la agencia local PA.

La reina Isabel concedió a su marido el título de Lord High Admiral de la Armada británica con motivo de su 90 cumpleaños.

La monarca había ostentado ese título durante los últimos 37 años y decidió imponérselo a su marido, en reconocimiento al apoyo que le ha prestado durante sus 59 años de matrimonio.

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