Un nuevo príncipe de las Mil y Una Noches

Un  nuevo príncipe de las Mil y Una Noches

Yaduveer Krishnadatta Chamaraja Wadiyar ha sido coronado como el nuevo marajá de Mysore

El legendario reino de Mysore, fundado en las proximidades de la ciudad que hoy lleva ese mismo nombre en el sur de India, conocida mundialmente como ?la ciudad de los palacios? y perteneciente al actual estado de Karnataka, tiene un nuevo marajá: Yaduveer Krishnadatta Chamaraja Wadiyar, quien en 2015 fue coronado como el rey número 27 de la dinastía Wadiyar.

La ceremonia de coronación tuvo lugar en el Amba Vilas Palace, o palacio de Mysore, un majestuoso conjunto de patios, jardines y lujosas edificaciones de estilo indsarraceno, plagadas de torres, arcos, columnas y cúpulas doradas, considerado como la residencia oficial de los marajás de este reino. Más de 40 sacerdotes condujeron los rituales de coronación, mientras los cerca de mil invitados cantaban y alababan a los Wadiyar y a su nuevo máximo representante. Entre los asistentes se encontraban otros miembros de la realeza hindú, incluyendo a la princesa Trishika Kumari, de la familia real de Rajastán, novia del nuevo marajá y con quien este planea casarse próximamente.

El joven, de solo 23 años, graduado de economía en la Universidad de Boston, Massachusetts, ocupará el lugar de su tío abuelo, Srikantadatta Narasimharaja Wadiyar, quien murió en diciembre de 2013 sin haber tenido hijos ni haber nombrado heredero. Su viuda, Pramoda Devi Wadiyar, adoptó a Yaduveer (quien es nieto de la princesa Gayatri Devi, hija mayor del difunto marajá Jayachamarajendra Wadiyar) en una ceremonia realizada en febrero de 2015, en la que fue rebautizado con el nombre por el que ahora será conocido (antes se llamaba Yaduveer Gopal Raj) y con ello recibió total derecho al trono.

Pero junto con el título y las riquezas (entre las que hay más de 1,500 acres de tierra esparcidas por la ciudades de Mysore, Bangalore, Hassan, Channapatna y otras áreas del estado de Karnataka), Yaduveer también hereda una batalla legal con el gobierno estatal que quiere asumir el control de la propiedad del palacio, así como una posible demanda de uno de los sobrinos del difunto marajá, que está molesto por no haber sido elegido como el sucesor.

La última coronación ocurrida en la familia real de Mysore tuvo lugar hace 40 años, cuando Srikantadatta Narasimharaja Wadiyar se convirtió en marajá a la edad de 21 años. Aunque para subir al gran trono de oro tendrá que esperar hasta la próxima Dasara (el famoso festival de 10 días de duración que celebra la victoria del bien sobre el mal cuando, según la leyenda, la diosa hindú Chamundeshwari venció al demonio Mahishasura), el nuevo marajá ya ha expresado su compromiso con las tradiciones reales. ?Haré todo lo que esté a mi alcance para continuar el legado de la familia?, dijo al final de la fastuosa ceremonia.

Han pasado más de 600 años desde que la dinastía Wadiyar empezara a reinar en 1399, y aunque los marajás no gobiernan desde 1947, cuando India ganó su independencia, todavía hoy siguen siendo ricos e influyentes. La gente continúa reverenciándolos por sus contribuciones, y sus rituales milenarios, más privados y discretos ahora, siguen despertando admiración en pleno siglo XXI y ofreciéndonos un vistazo a ese pasado de esplendor y excesos que caracterizó a la realeza hindú.

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