Rania de Jordania: sus 20 años de casada

Rania de Jordania: sus 20 años de casada

Rania ha dicho que ser reina no es algo que ella es, sino algo que ella hace cada día

Nacida en la ciudad de Kuwait, en el seno de una familia de clase media, Rania Al Yasin ha dicho en diversas ocasiones que no creció pensando que un día sería reina. Por motivos políticos, la familia fue expulsada de Kuwait y emigró a Jordania. Ella terminó estudiando en la Universidad Americana en El Cairo y obtuvo un título en Finanzas.

En enero de 1993 Rania trabajaba en Citibank y Apple en Amán (capital de Jordania), cuando conoció al príncipe Abdalá durante una cena en casa de una de sus hermanas; en junio de ese año se casaron en el Palacio Real de Amán. Su primer hijo, el príncipe Hussein, nació un año después; la princesa Imán, en 1996; en 2000 nació la princesa Salma y en 2005, el príncipe Hashem.

Paralelamente a su labor como esposa y madre, desde 1995 preside la Jordan River Foundaion, cuyo fin es capacitar a las mujeres y los niños jordanos para que logren un futuro mejor.

FOTOGALERÍA: RANIA DE JORDANIA: LA REINA, LA ESPOSA Y LA MADRE

En 1999, cuando el rey Hussein de Jordania estaba enfermo de muerte, cambió a su sucesor y en lugar de su hermano Hassan, quien ya estaba designado, eligió a su hijo Abdalá. De esta manera, el esposo de Rania se convirtió en el rey Abdalá II de Jordania. En lugar de instalarse en palacio, la pareja y sus hijos se mantuvieron en su hogar en las afueras de Amán. El sentido común de Rania se notó desde el principio: para la coronación, le pidió prestada la corona a su cuñada porque “no era lógico salir a comprar otra cuando ya había una en la familia”.

Desde que Abdalá fue coronado rey, Rania intensificó su posición en el mundo como una voz de apoyo para las mujeres y los niños. Es una devota musulmana aunque no se cubre el cabello y viste al estilo occidental; ama la moda y sus diseñadores preferidos son Elie Saab y Christian Dior. Con su imagen impecable, considerada una de las mujeres más bellas y elegantes del mundo, Rania es hábil en el arte de reciclar, y comunica corrección y equilibrio en todo momento. Mientras transmite el lado positivo de Jordania, continúa luchando por mejorar la situación económica en el mundo árabe y del norte de Africa. Como madre, junto con Abdalá, guía y protege a sus hijos.

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