Meghan Markle podría tener en su mano una de las joyas más bellas de la realeza
Desde que se hiciera público el romance entre el príncipe Harry de Inglaterra y la actriz estadounidense Meghan Markle, numerosos y variados son los rumores que no han dejado de circular en la prensa británica sobre los entresijos de tan mediática relación y, especialmente en los últimos días, en torno a los planes de futuro que estaría barajando la atractiva pareja.
Y el último de ellos, que hace referencia nada menos que al anillo de compromiso que Harry utilizará supuestamente para pedirle matrimonio a su pareja, llega precisamente en un contexto en el que el hijo menor del príncipe Carlos se ha convertido en la máxima prioridad informativa para los medios ingleses.
Por ello, es más que probable que la opinión pública británica haya recibido este lunes con asombro la noticia de que el príncipe estaría interesado en convertir la famosa tiara de esmeraldas que su madre, Diana de Gales, lució tantas veces en vida en el anillo de compromiso con el que sellar su amor por la actriz que le ha robado el corazón.
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“La colección de joyas de Diana quedó a cargo de los chicos [Harry y William] y al parecer a Meghan le encantan las esmeraldas. Para Harry, al igual que para William, usar las piedras preciosas de su madre para estos momentos tan especiales supone unir en un mismo gesto a los dos grandes amores de sus vidas”, explica al diario The Daily Star una fuente cercana a la casa real.
A pesar de que los portavoces del palacio de Kensington -residencia oficial de los dos príncipes- se mantienen completamente al margen del debate que ha venido generando la última aventura sentimental del que fuera conocido como el nieto más díscolo de Isabel II, lo cierto es que no debería resultar demasiado sorprendente que Harry quiera seguir los pasos de su hermano mayor y aprovechar un acto tan significativo para rendir tributo a la fallecida princesa, teniendo en cuenta la estrecha relación que les unía y el vacío que dejó en él su repentina y trágica muerte en 1997.
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“Harry y William tenían un acuerdo tácito sobre cómo se repartirían las joyas de Diana. El primero en casarse se quedaría con el anillo de boda, y ese por supuesto fue William. Evidentemente, Harry quiere que su madre también esté de alguna forma presente cuando le pida matrimonio a Meghan, así que está trabajando de forma estrecha con los mejores joyeros para diseñar algo increíble con lo que ha heredado de ella”, explica el mismo informante sobre un compromiso que, en sus propias palabras, podría hacerse público este mismo verano.
