7 señales de que estás en una relación tóxica y 3 pasos para escapar

Si te enganchas a menudo con personas y relaciones que te hacen daño, estás envuelta en un círculo tóxico. La psicoterapeuta Magui Block te ayuda a identificar que estás dentro de una relación nociva y cómo soltar sus dinámicas.

Se casan Johnny Depp y  Amber Heard

La relación de Johnny Depp y Amber Heard los dañó profesional y personalmente.

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Estamos en una época en la que nos preocupamos más que nunca por nuestro bienestar. Es un hecho que todos queremos ser felices, pero es probable que haya vínculos que nos amarguen la existencia y de los que no es tan fácil salir. Si detectas a una persona tóxica, tal vez puedas apartarte de ella, pero ¿qué pasa con un jefe de trabajo al que no te puedes permitir renunciar? ¿Un familiar cercano, como tu mamá, hija o hermano que no puedes dejar de ver? ¿Tu pareja sentimental, con quien no quisieras terminar?

Salir huyendo no siempre es viable, pero puedes trabajar para transformar esa relación y no sólo hacerla menos dañina, sino nutritiva”, dice Magui Block, psicoterapeuta con poco más de 25 años ayudando a las personas a transformar sus vidas y quien en su libro nuevo libro Relaciones tóxicas plantea un método para reconocer la causa del problema, transformar la situación y soltar lo que no te beneficia.

Alguien puede ser tóxico para una persona, pero no para otra. Más allá de la personalidad de un sujeto, hay que entender que lo dañino, es la dinámica que se genera entre esos dos individuos”, explica la experta.

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La historia de amor de Julio Iglesias e Isabel Preysler tuvo momentos tóxicos.

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¿Cuáles son las señales de una relación tóxica?

Una relación sana es un vínculo que te impulsa. Es común que en algún momento de nuestra vida todas las personas nos involucremos en una relación tóxica con algún familiar, conocido, amigo sin darnos cuenta. “Se trata de una conexión que, en lugar de nutrir, te drena. En lugar de hacerte sentir a gusto y apoyada, (un vínculo tóxico) te hace perder el equilibrio”, dice Block. Sin embargo, aclara que hay tres factores que son clave para distinguir este tipo de relaciones: “Si te genera culpa, obligación, miedo, entonces es dañino”, aclara. Algunos ejemplos de estos patrones son:

  1. -Te da miedo que tu pareja se enoje porque saliste con un grupo de amigos.
  2. -Te olvidas de ti y dejas de ser el centro de tu vida para poner a la otra persona en primer lugar.
  3. -Tu seguridad depende de la otra persona y de lo que opine sobre ti.
  4. -Tienes miedo de perder su amor o aprobación.
  5. -Si no complaces sus deseos, sientes culpa o sensación de que te estás portando mal.
  6. -Haces cosas por obligación para mantener la relación, pero en el fondo sabes que no quieres hacerlas.
  7. -Dejas de realizar actividades porque la otra persona así lo desea.

Los sentimientos de culpa, obligación o miedo son dañinos, y estar en una relación así merma la autoestima. Puedes, incluso, llegar a pensar: “no valgo”, “no soy suficiente”, “no puedo”, “soy incapaz”, etc. Si empiezas a creer esto renunciarás a oportunidades y tendrás aún más inseguridad o miedo de no encontrar a nadie más.

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Idealizar relaciones nos lleva a adoptar patrones tóxicos, como en el caso de Diego Rivera y Frida Kahlo

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¿Cómo salir de una relación tóxica?

De acuerdo con la experta, nos enganchamos en una relación tóxica por lealtad a nuestro sistema familiar, por nuestras creencias limitantes, experiencias del pasado o necesidades insatisfechas. Puede ser que de entrada alguien te guste y te sientes bien a su lado, pero después te lastime de manera repetitiva y tú termines normalizándolo.

Si no te das cuenta, será difícil salir de ahí. “Si tus papás tenían una relación tóxica es posible que tú crezcas con la idea de que esa es la definición de amor y, por lo tanto, buscar parejas que te traten de una manera similar”, explica. Para salir de esta dinámica, Block propone un proceso de tres pasos:

  1. Identifica el problema: Date cuenta si estás en una o varias relaciones tóxicas. Hacer conciencia de ese tipo de conexiones, es la única manera en la que podemos cambiar.
  2. Descubre qué hace falta en esa relación: A veces nos ponemos ‘trampas’ que nos mantienen en esa adicción. Pensar que el otro cambiará, evadir el problema o pensar que no es grave son actitudes típicas que nos sabotean y no nos permiten sanar. Por lo tanto, hay que plantearse qué le falta a ese lazo para que sea nutritivo y tenga un balance en el que todos ganen.
  3. Transfórmate: No podemos cambiar a nadie. Tu jefe no va cambiar ni tampoco tus padres, así que el único modo de transformar la relación es trabajando en uno mismo. “Si cambiamos la manera en la que fluimos en la relación, entonces ésta se va a transformar. Después de analizar qué sentimos y qué nos aporta ese trato, hay que preguntarnos: ¿por qué seguimos allí? Cuando lo hagas consciente hay que volver la mirada a uno mismo. Tal vez haciendo el trabajo y los ejercicios que propone este libro, pidiendo ayuda a un profesional y, sobre todo, responsabilizándonos, podremos dar los pasos para transformar o cortar esa relación”.
Una relación sana es aquella en la que las dos personas dan, reciben y se nutren.
Magui Block

Hemos estado ahí, sabemos que las relaciones tóxicas pueden ser difíciles de identificar. Pero reconocerlas es el primer paso para proteger tu bienestar emocional. Recuerda, estas dinámicas son comunes entre las parejas, pero también están presentes en el trabajo y en la casa. Si estás en una relación tóxica, no estás sola, siempre puedes pedir ayuda de un profesional .

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