Descubre estas opciones que seguramente te levantarán el espíritu
Nada hay más maravilloso que estar de vacaciones y despertarte frente a una vista preciosa, de esas que levantan el espíritu y nos hacen comenzar el día con alegría, energía y optimismo.
A todos nos gusta estar de vacaciones frente al mar, en un hotel de ensueño, como los muchos del Caribe (¡cada uno de nosotros tiene uno favorito en Puerto Rico, República Dominicana o las Bahamas!) o en el bello océano Pacífico. O tal vez queremos despertar frente a bellezas naturales como montañas nevadas, misteriosos paisajes o interminables campos verdes, como aquellos donde cantaba María en La novicia rebelde, en las afueras de Salzburgo. Hay quienes se llenan de energía en ciudades como Roma, New York, Londres o París... y les encanta abrir los ojos en la capital francesa y tener la Torre Eiffel frente a la ventana. Otros prefieren ver las ruinas de Machu Picchu o el Coliseo Romano. Pero todos coinciden en que es maravilloso despertar en lugares que nos lleven a un trocito de nuestro propio paraíso.
MAUI, BORA BORA, BALI...
La isla de Maui, en Hawai, ofrece vistas extraordinarias, como la carretera a Hana y el amanecer en el Parque Nacional de Haleakala. Cuenta con hoteles divinos como el Four Seasons Resort Maui at Wailea, Grand Wailea Resort Hotel & Spa y el Hyatt Regency Maui Resort & Spa.
En el Pacífico, en islas como Bora Bora, tenemos los resorts con casitas que flotan sobre el mar, como en las películas, con pisos de cristal y terrazas donde despertamos en medio del mar, y el desayuno llega en una canoa con un camarero vestido a la usanza de las islas. Puedes elegir entre el Bora Bora Nui Resort & Spa y el The St. Regis Bora Bora Resort. En Bali, Indonesia, hay hoteles que parecen despeñarse de las montañas y caer al mar. Al amanecer podemos ver las plantaciones de arroz. Cuenta con los lujosos Westin Resort Nusa Dua, Bali, el Meridien Bali, W Retreat & Spa Bali-Seminyak y el Bulgari Hotel Bali Pareos. ¡Estar allí es como haber llegado al paraíso!
FOTOGALERÍA: ¿Dónde quisieras despertarte?
ESTAMBUL, CUZCO Y MACHU PICCHU, Y LA MURALLA CHINA
En tres lugares opuestos hay amaneceres (¡y atardeceres!) muy distintos. Los he experimentado y echan a volar nuestro espíritu. En Estambul, la visión de los minarets de sus mezquitas y su palacio Topkapi, junto al mar de Mármara y el estrecho de los Dardanelos, y el gran puente que une Europa con Asia ¡es impresionante! Descubrir la historia del imperio otomano en la ciudad que fue Bizancio y después Constantinopla es un regalo.
En Cuzco y Machu Picchu, Perú, te adentras en la milenaria historia del imperio inca junto a la civilización colonial española. En Cuzco hay hoteles en renovados conventos y palacios, como el Monasterio o el nuevo boutique hotel Palacio Nazarenas. Despertarte en el muy cómodo Machu Picchu Sanctuary Lodge, junto a las montañas y ruinas de la ciudad inca de Machu Picchu, es una experiencia única. También lo es en el Commune By The Great Wall Kempinski Hotel en China: una oportunidad de despertarse con la vista a la Muralla China.
LA NATURALEZA MÁS DRAMÁTICA
Disfruta la belleza de las Montañas Rocosas en Utah o Colorado, especialmente cuando están nevadas, y ve al St. Regis Deer Valley. No te pierdas el espectacular colorido del Cañón del Río Colorado, en Arizona, que puedes contemplar casi al borde del mismo en el Tovar Lodge. Otras opciones: amanecer en un lujoso hotel-campamento de safari de África, rodeada de elefantes, leones y jirafas, como en los varios lodges de Singita, o en la isla griega de Santorini, en el original hotel Canaves Oia, excavado dentro de las montañas, con vistas del mar Egeo. También divino es despertar en el balcón de un crucero junto a los hielos de Alaska o los fiordos de Noruega.
¡BONJOUR PARÍS!
Despertar en París, una de mis ciudades favoritas, en el Hotel Meurice, frente a los Jardines de las Tullerías y el museo del Louvre y cerca del río Sena, o en el hotel Plaza Athenée, desde cuyos balcones casi podemos tocar la Torre Eiffel mientras desayunamos, ¡es extraordinario! Lo mismo puedo decirte de ciudades como Londres, New York o Roma, cuyos emblemáticos monumentos pueden estar junto a tu ventana.
FOTOGALERÍA: ¿Dónde quisieras despertarte?