Holanda se viste de Navidad

Holanda se viste de Navidad

Espíritu artístico y navideño se conjugan cada invierno en Holanda, que busca conquistar a turistas con atractivas actividades en la época más fría del año

En la capital holandesa, Ámsterdam, las tradicionales luces navideñas se encienden a partir del 6 de diciembre, pero antes tienen lugar las obras de arte visual y las proyecciones de su ya clásico Festival de la Luz.

Hasta el 19 de enero, el casco histórico y los canales de la ciudad se iluminan gracias a 30 esculturas de luz de varios artistas internacionales que se pueden ver a través de dos recorridos por la ciudad de los canales, Illuminate a pie, y Water Colors a bordo de un barco por el río Amstel.

Los museos y centros de arte de la ciudad se suman, con exposiciones especiales y horarios de apertura ampliados, a un evento que en 2012 atrajo a 350 mil visitantes.

ARTE Y TECNOLOGíA

"Ámsterdam es un ciudad poética en invierno, ideal para jugar con la luz y el agua. Por eso decidimos crear el festival, para que visitantes y habitantes disfrutasen de la ciudad también en esta época más oscura”, explicó a EFE su organizador, Felix Guttman.

El leitmotiv elegido este año, Building with Light (Construyendo con Luz), es un guiño a la importancia del patrimonio histórico en la ciudad y la excusa para convertir, la típica arquitectura flamenca, en decorado para el arte y tecnología más modernos.

“Es una mezcla de tradición e innovación. Lo emocionante de celebrar un festival en Ámsterdam es que permite poner la última tecnología en iluminación en un contexto histórico”.

Así, una de las obras reconstruye, a tamaño real y con haces de luz, la Torre de los Empaquetadores de Arenque, derruida hace más de doscientos años, mientras que la fachada del Monasterio de Ámsterdam, un edificio del siglo XVII al borde del río Amstel, es el lienzo para las proyecciones de la artista austríaca Teresa Mar, inspiradas en la obra del pintor Gauguin.

FOTOGALERÍA: HOLANDA ILUMINADA POR LA NAVIDAD

Entre las piezas que mayor expectación levanta se cuenta Fly’s Eye Dome (Cúpula de Ojo de Mosca), prototipo de una casa móvil, cuyo diseño geodésico recuerda precisamente al ojo de este insecto, y que llega a Europa treinta años después de su construcción por el arquitecto estadounidense Richard Buckminster Fuller.

También despierta un gran interés entre los visitantes la inédita Drawn in Light, del holandés Ralf Westerhof, un móvil de seis metros de diámetro hecho enteramente de barras de acero, que pende sobre el río Amstel reflejando la luz y proyectando siluetas luminosas contra el cielo nocturno.

En línea con el espíritu de una de las ciudades más vanguardistas de Europa, a tradición e innovación se une un claro compromiso con el medio ambiente. De ahí, que todas las obras estén realizadas casi exclusivamente con luces led, una tecnología de bajo consumo energético que permite que las obras del festival gasten, aproximadamente, la misma cantidad de energía que un pequeño teatro.

“Somos conscientes del gasto energético de la iluminación y queremos crear con un uso mínimo, ese es el reto que les planteamos a nuestros artistas”, dice Guttman.

ESCULTURAS DE HIELO EN ZWOLLE

A unos cien kilómetros de Ámsterdam, en la localidad de Zwolle, noche y luz dejan de ser protagonistas para ceder el papel principal a otros clásicos del invierno: el frío y la nieve.

La ciudad celebra la tercera edición del Festival de Hielo, una exposición de esculturas hechas con el gélido material que este año cuenta con las obras de 40 artistas de doce países y está inspirado en la conmemoración del segundo centenario de la creación del Reino de los Países Bajos.

250.000 kilos de nieve y otros tantos de hielo se utilizan para elaborar las escenas que podrán verse hasta el 26 de enero, con los necesarios abrigo y gorro, en una carpa a ocho grados bajo cero. Una pista de hielo y un pabellón para eventos completan el panorama invernal.

Para los visitantes, que en la edición del año pasado llegaron a 145.000, se han previsto actividades que van, desde patinar y ver hockey, hasta celebrar cenas o fiestas sobre el hielo --una opción no apta para todos los bolsillos--, pasando por disfrutar del tradicional chocolate caliente y los buñuelos típicos de la zona, los oleibollen.

DEVENTER: CUENTO DE NAVIDAD DE DICKENS

El espíritu navideño más clásico se apodera, durante dos días, de la pequeña ciudad de Deventer, en el centro de Holanda.

Durante el 14 y 15 de diciembre el barrio medieval de la localidad se convierte en la Inglaterra victoriana del escritor Charles Dickens, autor de la historia invernal por excelencia: Cuento de Navidad.

Su protagonista, Scrooge, con los fantasmas de las navidades pasadas, presentes y futuras, Oliver Twist, y otros 950 personajes salidos de la pluma del británico, cobran vida gracias al trabajo de decenas de compañías de teatro y voluntarios, que se encargan de representar las historias en funciones gratuitas.

La de 2013 es la vigésimotercera edición de un festival que cada año atrae a 100.000 visitantes y hace las delicias especialmente de los más pequeños.

“A los niños les encanta, porque cuando entran en el recinto conocen a los personajes e interactúan con ellos. Además les gusta el teatro y se desarrollan actividades para ellos en todo el recorrido”, explicó a EFE Anjo de Bont, una de las organizadoras de este festival.

La atmósfera victoriana, de cuento, impregna la ciudad entera, desde las casas hasta las tiendas, y se adereza con los tradicionales mercadillos navideños y los villancicos como perenne música de fondo.

EL ESPÍRITU ENVUELVE A TODO EL PAÍS

La originalidad de estos eventos no desmerece a los que se repiten a lo largo y ancho de toda Holanda.

Durante el Eindhoven Glow varios artistas hacen brillar la ciudad con esculturas luminosas de diseño tecnológico, mientras que la localidad de Gouda se ilumina el 13 de diciembre solo con las velas colocadas en calles y ventanas por los vecinos que, siguiendo una tradición centenaria, se reúnen en la plaza para el encendido del árbol y el discurso del alcalde.

En Maastritch y Dordrecht (cerca de Rotterdam) la atracción principal son los mercadillos de Navidad, los más grandes del país, en los que no falta el vino caliente, el pan de especias y los adornos para el abeto.

Tradición, arte, luz y color son los reclamos navideños de una Holanda que no quiere dejar fríos a los turistas.

FOTOGALERÍA: HOLANDA ILUMINADA POR LA NAVIDAD

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