Toledo: la ciudad de El Greco

Toledo: la ciudad de El Greco

Al conmemorar este año el cuarto centenario de la muerte del famoso pintor, ha sido visitada por miles de turistas de todo el mundo

Acabo de regresar de España y me apresuro a escribirles sobre Toledo. Este año, la ciudad ha sido muy visitada, especialmente por la fabulosa exhibición El Griego de Toledo, inaugurada por la reina Sofía, para conmemorar los 400 años de la muerte de El Greco, el pintor que hizo de la maravillosa Toledo su hogar. Un momento único, pues en seis espacios distintos -el museo Santa Cruz, la catedral de Toledo, la iglesia de Santo Tomé, la capilla de San José y el antiquísimo convento de Santo Domingo- pueden verse más de 100 obras de Domenikos Theotokópoulos, nacido en Creta y conocido como El Greco, que vinieron de 29 ciudades de todo el mundo.

Un viaje a Madrid siempre conlleva la obligada visita a Toledo. Esta es una experiencia única, pues apenas a una hora de la capital española, entramos en un mundo mágico, como si fuera un nacimiento o un pesebre de los que siempre hemos visto en imágenes religiosas. Y desde el famoso y muy bello Parador Nacional del Conde Orgaz, del otro lado del río, donde puedes quedarte si haces noche en Toledo o al menos ir a almorzar, podemos ver la imagen exacta de Toledo que pintó el Greco cuatro siglos atrás. ¡Extraordinario!

En 1577, el artista llegó a Toledo de Italia, y pintó para la catedral de Toledo El expolio de Cristo y también su famoso El caballero de la mano en el pecho. Fue un hombre próspero, con una gran casa donde recibía a miembros de la nobleza. Murió el 7 de abril de 1614 y fue enterrado en la ciudad.

FOTOGALERÍA: LA MAJESTUOSA CIUDAD DE TOLEDO

Toledo, como esculpida en piedra, se alza majestuosamente sobre el río Tajo, y su historia se remonta a la ocupación romana alrededor del año 192 AC. Pocos las buscan, pero las ruinas de un circo romano aún son visibles en las afueras de sus murallas, aunque la ciudad pasó después por manos de visigodos y musulmanes. Caminar por sus empinadas callecitas de adoquines es impresionante, ya sea para visitar la catedral o echando la vista arriba hacia su Alcázar. Nombrada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1986, está muy cerca de Madrid y puedes llegar a ella en auto, en autobuses, en tour organizado con guía o en el tren de alta velocidad AVE (en apenas 33 minutos).

La catedral es, sin duda, el punto focal de Toledo, grandísima, bella, en la cima de la colina, y tiene un museo de arte maravilloso con obras de Rafael, Rubens, Goya y Tiziano, y una de las principales obras de El Greco: El expolio de Cristo. Es muy interesante ver que algunos lugares fueron mezquitas y 200 años más tarde se convirtieron en iglesias, como la del Cristo de la Luz y la de El Salvador. Fíjate en las mezclas de arquitectura que abundan en Toledo: la iglesia de Santo Tomé, en la que está una de las obras más famosas de El Greco: El entierro del conde Orgaz; la sinagoga de Santa María la Blanca, una de las tres sinagogas que siguieron en pie en España aun después de la expulsión de los judíos; el monasterio de San Juan de los Reyes, del siglo XV, que fue construido en el barrio judío por los reyes católicos Fernando e Isabel para ser enterrados allí, pero tras la conquista de Granada, cambiaron de opinión y fueron enterrados en esta ciudad; y el Alcázar, un edificio cuadrado en las afueras de la ciudad vieja, con mucha historia, desde la época de los romanos hasta la guerra civil española ( 1936-1939).

Pero lo más interesante allí es empaparnos de su atmósfera, especialmente si hemos leído sobre su historia, y así poder caminar con más interés tras los pasos de sus personajes famosos, y hasta perdernos por el laberinto de las calles medievales de Toledo. La parte vieja es más bien pequeña y puedes recorrerla fácilmente. Su artesanía dorada y negra es conocida y encontrarás souvenirs por todas partes, igual que copias de obras de El Greco, cerámica de la Talavera de la Reina y los mazapanes de Castilla-La Mancha. ¿Lugares donde comer rico? El restaurante Asador Adolfo, con buenísima cocina, en lo que era la casa de un rico mercader judío del siglo XIV; el Casón de los López de Toledo, en una mansión del siglo XVI, y las riquísimas tapas y raciones de La Abadía. Como en Toledo ponen almendras en todo, quizás quieras probar su Horchata de almendras, en la horchatería Toledo, en la plaza de Zocódover. Hace más de 30 años visité Toledo por primera vez y me encanta ver que no ha cambiado y que su casco viejo mantiene esa atmósfera mística de siglos atrás.

FOTOGALERÍA: LA MAJESTUOSA CIUDAD DE TOLEDO


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