La rosácea es una enfermedad dermatológica que se caracteriza por el enrojecimiento facial y la aparición de pequeños vasos sanguíneos visibles en la piel, pero hay daños que no se ven y son más dolorosos.
La piel que habitamos posee una superficie aproximada de 2 metros cuadrados y pesa alrededor de 5 kg, es nuestra vestimenta esencial y aunque la sentimos todos los días, no siempre sabemos lo que padece.
Ese es el caso de la rosácea, una afección que puede confundirse con piel sensible o acné, y que no sólo afecta la piel, sino que también repercute en tu autoestima. Para saber más sobre sus causas y tratamientos, conversamos con la doctora Ileana Arreola Jáuregui, directora médica de la Clínica Dermatológica DERMACenter, en Guadalajara.
Qué es la rosácea
La rosácea es un padecimiento o condición que afecta la piel de la cara, principalmente, y se caracteriza por tener un enrojecimiento constante. Se acompaña de lesiones como pápulas o pústulas, que son como granitos parecidos a un barrito.
Por lo general, afecta a hombres y a mujeres en todo el mundo y suele aparecer en promedio entre los 25 y 30 años de edad. En etapas avanzadas puede generar una inflamación y deformidad a nivel de las fibras del colágeno, produciendo rinofima (que es cuando la nariz crece y se ve granulosa).
La mala noticia es que no se sabe por qué se presenta, pero se han visto determinantes genéticos. Y lo que es aún peor, está comprobado que una vez que aparece, no se cura, sólo se controla. Además, se conecta a otros órganos internos.
Tratamientos para la rosácea
Hay factores inmunológicos, ambientales, hormonales y hasta alimenticios que agravan la rosácea. Si crees que esos barritos no son de acné, se te pone la nariz roja a la primera copa de vino que bebes o notas engrosamiento en la piel de tu nariz, lo más aconsejable es acudir con un especialista, no te automediques y mucho menos sigas las recomendaciones que dan en las redes sociales.
Tras hacer un diagnóstico, el dermatólogote podrá ofrecer un tratamiento de acuerdo con la severidad del caso, el cual puede ser:
- Tratamientos tópicos: Una rutina facial formulada con ingredientes activos que reduzca la inflamación y el enrojecimiento, y que controle los síntomas.
- Tratamientos orales: Se recomienda tomar antibióticos para controlar la inflamación y las lesiones.
- Terapias con láser y luz pulsada: Pueden ser efectivas para reducir la aparición de vasos sanguíneos dilatados y el enrojecimiento facial, pero deben ser recomendadas por un dermatólogo.
Nuestra piel se conecta a los órganos internos y todo lo que la inflama, puede tener otra repercusión
Los peligros de la rosácea
Aunque se presenta en la piel, la presencia de rosácea coincide con otras afecciones vinculadas a la inflamación:
• Colitis, colon irritable o gastritis
• Colesterol y triglicéridos altos o resistencia a la insulina (síndrome metabólico)
• Depresión o ansiedad
La rosácea es una enfermedad crónica que no tiene cura, pero con el tratamiento y los cuidados adecuados se puede controlar y mantener bajo control sus síntomas. Si sufres de rosácea, es importante que acudas a un dermatólogo para que te diagnostique y te recomiende el tratamiento más adecuado para tu caso. Con información y los cuidados adecuados, puedes mejorar tu calidad de vida y disfrutar de una piel sana y radiante.
