ABBA: El regreso de una leyenda

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El 22 de octubre de 2005 la canción “Waterloo” fue elegida como la mejor de la historia del festival Eurovision en su 50 aniversario. Esto no fue en vano, ya que si hay un grupo al que el certamen lanzó al éxito internacional, es el acrónimo de cuatro letras: ABBA . Agnetha Fältskog, Benny Andersson, Björn Ulvaeus y Anni-Frid “Frida” Lyngstad son los integrantes de la banda pop cuya fama parece tener vida eterna. A 35 años de su desintegración, llegó el momento que nadie imaginó: la agrupación anunció que lanzará dos nuevas canciones y que realizará una gira en la que aparecerán como cuatro hologramas. Un proyecto pionero, como todo lo que caracterizó su carrera.
El origen del fenómeno pop sueco

Lejos de ser una banda prefabricada, el cuarteto nació por las conexiones artísticas y personales que existían entre ellos. Björn quiso conocer a la rubia Agnetha tras escucharla en la radio, y fue en marzo de 1969 cuando se encontraron durante la grabación de un programa. El flechazo fue instantáneo. Por su parte, Benny y Anni-Frid coincideron tras bambalinas en un festival y al poco tiempo se comprometieron en matrimonio.

Los dos integrantes hombres, Benny y Björn, eran amigos desde mediados de los 60. Al abandonar sus respectivos grupos, comenzaron a componer para un proyecto en común. Agnetha era soprano y Frida mezzosoprano, dos registros que encajaban a la perfección en dichas com- posiciones. Para el periodista británico Fraser Nelson, su presentación en el festival del 6 de abril de 1974 “no sólo lanzó la carrera del grupo de pop más exitoso del mundo –con excepción de los ingleses The Beatles–, sino a la industria musical de todo un país”.
ABBA lo tenía todo: las voces, el estilo, la canción y hasta el vestuario, ya que como Ulvaeus declaró en alguna ocasión, “vestían como locos para que la gente los recordara”, incluso si per- dían el concurso. Sin embargo, aunque pareciera parte del glam de los 70, lo cierto es que las botas de plataforma, la brillantina y los pantalones estilo bombachos eran parte de un plan de ahorro. En aquellos años el fisco sueco permitía desgravar la ropa de trabajo, siempre y cuando estos trajes fueran imposibles de llevar en la vida diaria.
Como la espuma

A comienzos de 1977, el estatus del grupo cambió al de superestrellas. Ese año comenzaron una muy esperada gira, la cual los llevó a dos conciertos en la Royal Albert Hall de Londres. Para las presentaciones se recibieron 3.5 millones de pedidos de boletos, lo equivalente a llenar el recinto más de 400 veces. Después de la parte europea de la gira, ABBA tuvo 11 fechas en Australia. El primer concierto en Sídney fue estropeado por la lluvia; sin embargo, los 20 mil asistentes habían esperado durante horas, por lo que el grupo decidió no cancelarlo. Los cuatro lo recordarían como la presentación más memorable de toda su carrera. Otro show de esa gira fue desalojado debido a una amenaza de bomba.

Las infidelidades

Aunque todo parecía favorable para el fenómeno musical, no era igual para las parejas. En diciembre de 1977, semanas después de que Agnetha diera a luz a su segundo hijo con Björn, la crisis de su matrimonio empeoró y decidieron separarse. En el verano de 1978 Bjorn se enamoró de la periodista Lena Kallersjö. Esta situación llevó a Agnetha a terapia; pero lejos de arreglar la situación, la rubia se enamoró de su psiquiatra; en su momento se dijo que las parejas se convirtieron en swingers. Cada uno de los integrantes vivió el éxito de diferente manera; mientras Frida llevaba toda la vida trabajando para triunfar en la música, Agnetha lo sufrió. La famosa rubia tuvo una infancia tranquila y, aunque tenía cierta experiencia sobre los escenarios, su vida cambió al conocer a Björn. Durante mucho tiempo los rubios, ambos guapos y talentosos, formaron una de las parejas más célebres de la época. El estrés llegó con los triunfos, pues ella comenzó a beber para poder subir a los escenarios, y a sentir una gran fobia por volar. Decidió no volver a subirse en un avión y regresar a Estocolmo para estar con sus hijos.

“Yo soy una chica de campo, no una showgirl. A los demás les gusta la fiesta. A mí me gusta ser yo misma”, explicaba en su biografía. Una historia opuesta a la de Frida, quien era hija de una joven noruega que había tenido relaciones con un alemán nazi durante la guerra civil. Al finalizar la batalla, huyeron a Suecia y fue hasta años más tarde que se enteró de quién era en realidad su padre, lo que le causó una gran conmoción. A los 17 años ya tenía esposo y dos hijos, a quienes abandonó para ir en busca de su sueño. Mientras Agnetha y Björn se divorciaban y decidían seguir trabajando juntos, Frida se casaba con Benny tras nueve años como pareja.
Los 80: el fin del cuento de hadas

En septiembre de 1979, ABBA comenzó su primera y única gira por Estados Unidos, la cual generó las mismas quejas que hubo en el tour de 1977: los fans aseguraron que eran más un grupo de estudio que una banda para tocar en vivo. En enero de 1981 Björn se casó con Lena y las diferencias entre los integrantes derivaron en una nueva ruptura: Benny y Frida anunciaron su divorcio. Es posible que a Benny le afectara la nueva vida de su compañero. Se enamoró de Mona Norklit y, aunque intentaron ocultarlo, Frida los descubrió y buscó consuelo en su compañera Agnetha, quien había pasado por un trance semejante. La imagen de dos parejas felices llegó a su fin. Luego de grabar su último disco, los integrantes del grupo se ocuparon en otras actividades y no volvieron a reunirse hasta mayo de 1982. El 11 de diciembre de ese año hicieron su última presentación como ABBA en The Late, Late Breakfast Show. Anunciaron un descanso temporal, el cual se hizo permanente. En 1983, sin comunicados o grandes titulares, se disolvieron, hasta ahora, que el retiro terminó.

LA SOMBRA DESPUÉS DE ABBA
  • Agnetha Fältskog, la rubia mítica

En 1994 su madre se suicidó, pero durante mucho tiempo se dijo que se trató de un accidente. Dos años después, su padre murió. Ambas muertes la hundieron en una profunda depresión. Luego vino otro extraño capítulo: durante varios años, el camionero holandés Gert van der Graaf la acosó sin parar, lo que culminó en una relación, que ella terminó en 1999. El problema es que el hombre no se conformó y ella tuvo que recurrir a una orden de restricción.
  • Anni-Frid “Frida” Lyngstad, la princesa

Después de divorciarse de Benny Andersson, pisó el altar por tercera vez en 1992 con el príncipe Heinrich Ruzzo Reuss von Plauen, un miembro de la familia real alemana. Sin embargo, el encanto duró poco, pues él falleció en 1999, mismo año en que murió su hija, Ann Lise-Lotte, en un accidente de auto. Su pareja actual es Henry Smith, quinto vizconde de Hambleden y dueño de la cadena de almacenes W.H. Smith.
  • Björn Kristian Ulvaeus, el galán
En 2006 debió pagar alrededor de 11.5 millones de dólares al ser acusado de evasión de impuestos. Según se informó, una serie de contratos firmados sobre honorarios como compositor no eran transparentes. El problema no pasó a mayores, ya que la fortuna de Björn es mucho mayor. Por otro lado, en 2008 comenzó a sufrir pérdidas de memoria, incluso ha llegado a olvidar que perteneció a la agrupación. Aún no se con firma que se trata de Alzheimer, pero se encuentra bajo tratamientos como hipnosis.
  • Benny Andersson, el talentoso
Estuvo en rehabilitación desde 2001. Pese a que nunca negó que fue adicto durante casi toda su vida adulta, el cantante no sólo consumió alcohol, también sustancias más fuertes, de acuerdo con una entrevista realizada en 2011. El ahora integrante de Benny Andersson Orchestra venció sus vicios en 2001. Actualmente sigue casado con Mona Nörklit, con quien tuvo un hijo, el también músico Peter Grönvall.

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