Colin Farrell, más que un galán de Hollywood

Colin Farrell

Gran actor, capaz de interpretar variados personajes; no tiene problemas en hablar de su carrera, aunque su vida privada es un misterio

De respuesta rápida y pensamiento agudo, así se puede definir al actor Colin Farrell. Si se le suma la absoluta coraza que mantiene en torno a su vida privada y la capacidad para evadir preguntas que lo comprometan, se tiene un retrato completo de uno de los actores más enigmáticos de Hollywood en ese momento.

El mismo Colin ha luchado con la forma de definirse a sí mismo a través de los años, desde que saltó a la fama con la película Tigerland, y después hizo Minority Report con Tom Cruise, dirigida por el más grande director de su tiempo: Steven Spielberg.

Es así como entró Farrell al mundo del cine, por la puerta grande. Con sus profundos ojos negros que dejan poco para la imaginación, el actor conquistó a muchas fans en una carrera destinada al superestrellato. Lo hemos visto últimamente en películas independientes, interpretando a personajes muy complicados; pero esta vez nos reunimos con el actor con motivo de su participación en Fright Night, un remake de una comedia de horror de los 70, que probablemente no le dé ningún premio de actuación a su carrera, pero sí un espaldarazo a su cuenta corriente.

Fright Night no es la típica película que elegirías. ¿Qué te motivo a hacerla?

Cuando vi el guión, era tan fácil de leer que no me puse muchas ideas en la cabeza y dije: “Vamos a filmarla”. Créeme, nada más lejos de mí que interpretar a un vampiro, con todas las opciones que hay ahora en el mercado. Era una de esas “cajas” en las que te metes y luego no puedes salir, pero esta historia era diferente. Y lo que me dije fue: “Actores de todas partes del mundo han hecho esto, desde Bela Lugosi hasta hoy”, así que no tenía que pensarlo mucho para hacer un papel digno.

Los remakes han sido los proyectos menos exitosos en tu carrera. ¿Sentías temor de hacer otro de una película que había sido tan buena?

Claro que sí. Les dije que no había razón alguna para volver a hacer algo que ya se hizo bien anteriormente. Pero me reuní con Craig Gillespie, el director, y él, como un vampiro, empezó a acorralarme diciéndome cómo iba a filmar la primera secuencia... La verdad es que yo había terminado tres películas que eran muy dramáticas y difíciles, y hacer algo tan liviano y divertido como Fright Night me hizo caer en la tentación... y firmé el contrato.

En tus últimas películas has interpretado papeles de reparto en lugar de protagónicos. ¿Lo has hecho a propósito? ¿Quieres ser considerado como un actor de carácter más que como un héroe?

No, no es algo a propósito. Puedo interpretar cualquier personaje. Yo quería hacer el protagónico de la película de Peter Weir llamada The Way Back (una favorita al Oscar que no recibió la acogida esperada), pero él tenía la idea de que Jim Sturgess hiciera el papel principal. Se lo pedí y él, en cambio, me ofreció el personaje de Valka, un violento inmigrante ruso. Me gustó mucho. Fue un privilegio interpretarlo.

¿Cuáles son tus prioridades?

Divertirme. Hacer cosas diferentes, que no se parezcan entre sí. En la variedad está el gusto, incluso al filmar películas.

Colin James Farrell nació en Dublín, Irlanda, el 31 de mayo de 1976. Su padre Eamon era un futbolista profesional que jugó con el equipo Shamrock Rovers, además de poseer su propia compañía de importación de alimentos enlatados. Criado en la religión católica, el actor siempre buscó la forma de rebelarse contra el orden establecido. Su mejor amiga y asistente personal es su hermana Claudine, con quien siempre ha mantenido una relación muy cercana. Se lleva muy bien con su tío Tommy, quien también jugaba para los Rovers.

Desde que Farrell trabajó con Spielberg, se le abrieron las puertas de la fama. Su sueldo inmediatamente se duplicó en su siguiente película (a cinco millones de dólares), y alcanzó la suma de 10 millones de dólares en dos oportunidades: en el remake de S.W.A.T. y en la película Alexander, de Oliver Stone. Esta última fue una prueba de fuego para Farrell, quien fue sometido a las críticas más duras en una superproducción que le hizo perder mucho dinero a la Warner Bros. En ese momento la capacidad actoral de Farrell quedó en duda. Sin embargo, una pequeña película realizada en un solo lugar, llamada Phone Booth, destacó el talento dramático del actor, quien generalmente está más a gusto rodando pequeñas películas que participando en los gigantescos megaestrenos de Hollywood.

Otra película que lo dejó muy bien parado fue la que inauguró el Festival de Sundance de 2008: In Bruges. Por su actuación, Colin ganó el Golden Globe como Mejor Actor de Comedia.

Tus fans quieren saber dos cosas de ti: ¿cuántos cigarrillos fumas al día y cómo están tus hijos?

Bueno, estoy muy feliz de anunciar que llevo más de un año sin fumar un solo cigarrillo. Dejé de matarme lentamente.

¿Cómo lo lograste?

Un día antes de mi cumpleaños compré una caja de cigarrillos, y los fumé uno por uno de la forma más consciente que tuve. Recordé cuando empecé a fumar, hace más de 20 años, y todas las emociones asociadas a los cigarrillos. Pensé cuando los momentos eran de alegría y busqué los cigarrillos para celebrarlo, y también cuando los momentos no eran tan buenos y dependía del vicio para soportarlos. Los fumé muy despacio, disfrutando cada uno de esos momentos, y cuando quedó el último, no lo pensé más y lo dejé. Hasta hoy no he vuelto a fumar, te lo aseguro.

¿Cómo están sus hijos?

Mis hijos están muy bien, gracias por preguntar por ellos.

Sabemos que te mudaste permanentemente a Los Angeles, donde ellos viven.

Sí, por eso me mudé, para verlos.

¿El hecho de ser padre te ha convertido en mejor actor?

No.

¿Qué te ha hecho ser mejor actor?

Aceptar los momentos de la vida tal como son y entenderlos como parte del proceso. Eso es lo que me ha hecho mejor actor.

Es así como el actor maneja su vida privada. Tampoco quiso hablar sobre el adiós que le dio a Elizabeth Taylor, una de sus mejores amigas de toda la vida. Farrell ha aprendido con inteligencia a evadir los continuos golpes que le ha dado la fama.

Desesperado por borrar su imagen de “chico problema” con la que empezó en el cine, Farrell no se deja ver tomando licor en público como hacía antes. En el 2005, el actor entró voluntariamente a un instituto de rehabilitación por abuso de drogas y alcohol. Después, en el 2006, tuvo que apelar al grupo que maneja el comercio en Internet (OCG) para impedir que un video sexual de él con la modelo de Playboy Nicole Narain se hiciera público. Farrell logró pararlo, pero ya el video se había “filtrado” y se convirtió en uno de los más populares de Internet.

En el 2001, Farrell estuvo casado cuatro meses con la actriz inglesa Amelia Warner. En el 2003, tuvo una relación sentimental con la modelo Kim Bordenave, con quien tuvo a su primer hijo James Padraig Farrell. Posteriormente, el actor reveló que el pequeño sufre de síndrome de Angelman, un desorden genético caracterizado por dificultad en el desarrollo intelectual.

Su segundo hijo nació seis años más tarde, en el 2009, cuando su pareja en la película Ondine, la actriz Alicja Bachleda, dio a luz a Henry Tadeusz Farrell. Se comentó que la pareja ya no estaba junta cuando el pequeño nació y esto fue confirmado luego por los representantes del actor.

¿Cómo lograste divertirte con tu personaje en la película Fright Night?

Es muy divertido aterrorizar a Anton Yelchin, el coprotagonista de la película, quien a pesar de ser joven es muy buen actor. Mi personaje ha vivido mucho, y por lo menos habla cuatro o cinco idiomas. Su problema es que está aburrido y quiere divertirse. Consigue dar con una familia normal a la que aterroriza, y la pasa bien. Es muy fácil divertirse con un personaje así.

¿Cómo justificas tu personaje dentro de la historia?

Esta historia es una metáfora de cómo un muchacho joven se convierte en hombre. Mi personaje viene a significar todos los peligros que implica dar ese paso. El joven tiene que defender a su novia y a su madre del peligro que se les avecina, y ocupar el lugar del padre, el cual nunca ha estado presente en la familia. Estos pasos en la vida no son fáciles y yo me aseguro de hacérselos mucho más difíciles, ya que soy un vampiro que quiere destruir su casa y abusar de su novia.

En otra película tuya, Horrible Bosses, te maquillaron para que luzcas completamente diferente. ¿Cómo fue esa experiencia para ti?

En Horrible Bosses soy uno de los jefes directamente traídos del infierno, de los que un grupo de trabajadores decide vengarse. Pasé horas en el salón de maquillaje, creándome una calvicie y años de más, pero la verdad es que eso me ayudó muchísimo para convertirme en esa persona tan dura que me tocaba interpretar. De vampiro a calvo... ¡no te puedes perder esa transformación!

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