Los dobles de las estrellas

Los dobles de las estrellas

Un poco más sobre la fantástica vida de los dobles

Nos quitan la respiración cuando saltan de un avión a otro en pleno vuelo o se lanzan a las profundidades del océano para luchar contra un feroz tiburón blanco sin tanque de oxígeno ¡y a mano limpia! Al comienzo del filme, la pantalla se llena con los nombres de los famosos actores que representan a estos intrépidos personajes. Pero aunque aplaudimos cuando salen ilesos de una cueva, de un edificio en llamas o de las garras de un extraterrestre... ellos no siempre son los verdaderos héroes. Si buscas al final de la película, cuando ruedan los créditos, bajo la categoría de efectos especiales hallarás los nombres de los verdaderos valientes: los hombres y mujeres que realizan estas increíbles hazañas.

VIENDO DOBLE

En los estudios de Hollywood se inventan fantasías que compiten entre sí para acelerarnos el ritmo cardíaco. Sin embargo, pocos conocen a los profesionales que crean la mayor parte de esta magia, ya que una condición inevitable de su trabajo es que lo realicen en forma anónima. Cuando un actor corre hasta el borde mismo del abismo... es el doble quien salta al vacío. El cambio se realiza mediante un hábil corte del editor sin que se vean “las costuras”. Por lo mismo, los dobles no disfrutan del aplauso del público ni de la devoción de los fanáticos de Neo o de James Bond. Y aunque son relativamente bien pagados, para ellos no son los cheques multimillonarios que reciben Keanu Reeves o Daniel Craig.

Pero el anonimato es lo menos que enfrentan en su diaria labor; aunque estos profesionales se entrenan rigurosamente y toman todo tipo de precauciones antes de realizar su trabajo, ellos arriesgan la vida más veces de lo que muchos creen. Cuenta Hal Needham, uno de los legendarios dobles de Hollywood, que hace años se vio en serios apuros durante la filmación de la cinta de acción Cannonball Run, al lado de Burt Reynolds.

“En la escena yo estaba doblando a Reynolds, quien tenía que pelearse con el villano en la parte trasera de un camión descubierto, mientras este corría a toda velocidad. De repente, el camión saltó en el aire y comenzó a voltearse. Yo quise saltar, pero la velocidad a la que viajaba el vehículo no me lo permitía. Por suerte, el guardafangos del camión se clavó en la tierra al caer y eso lo desaceleró. Me dio tiempo de escapar... pero por pocos segundos”.

Sin duda, la descarga de adrenalina que produce el peligro puede ser adictiva; la vida al estilo gitano -viajar a diferentes locaciones en todo el mundo, conocer otras culturas y rodearse de fascinantes celebridades- también es un poderoso atractivo para estas personas. Pero quizás hay otra razón.

“Tienes que ser un poco masoquista para querer hacer esto”, admite Luci Romberg, una de las dobles más respetadas de Hollywood. “Los golpes y las lastimaduras son una parte normal de nuestro día. Además, siempre tengo nervios antes de hacer una caída o de rodar escalera abajo; eso también es normal. Pero es muy liberador vencer los miedos”, dice la joven que ha sido apodada Steel (acero) por sus colegas. “Los dobles somos una tribu aparte”.

LOCOS, MASOQUISTAS? Y PROFESIONALES

Ellos admiten que solamente un loco se suspende en el aire a cientos de metros de altura para hacer una escena que tal vez dure cinco segundos en la pantalla. Pero detrás de la locura hay un intenso trabajo de entrenamiento y preparación, unido a una férrea disciplina.

Alisa Hensley, quien fue la doble de Cameron Díaz en Charlie’s Angels, y de Charlize Theron en Aeon Flux, se ha entrenado en combate, esgrima, tae kwon do, karate, jiu-jitsu, boxeo, equitación, cuerda floja, natación y el manejo de armas de fuego, el látigo y el jet ski, entre otras disciplinas. Y, lo mismo que una pianista o una bailarina de ballet, todos los días se entrena para mantenerse en forma.

“El lunes voy a clases de tae kwon do, el martes me entreno en caídas y el miércoles practico otra especialidad. Los productores de cine no quieren contratar a dos personas para hacer el mismo trabajo, por eso tenemos que saber hacer de todo”, dice.

La recompensa monetaria que recibe un doble por esta vida de constante entrenamiento depende de cuánta demanda existe por su trabajo; algunos ganan tan poco como 5.000 dólares al año; otros alcanzan -y hasta sobrepasan- las seis cifras. Pero, sin duda, más allá del dinero y el glamour de trabajar en filmes, esta “tribu aparte” disfruta del reto y la emoción de vivir en el borde mismo del peligro.

“Correr, saltar, trepar los árboles y hacer gimnasia es lo que amo desde que era una niña”, dice Hensley. “Quizás mis hijos sigan mis pasos. Hay familias enteras de dobles, porque eso es todo lo que han visto al crecer”.

ESTRELLAS INTREPIDAS

Cuando veas a Tom Cruise en su nuevo filme Mission Impossible: Ghost Protocol subiendo por el costado del edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa en Dubai, no verás a un doble; es Cruise quien realizó la hazaña suspendido por un cable a más de 827 metros (2.716 pies) de altura.

Y es que no todas las estrellas prefieren usar un doble; a Tom Cruise le gusta realizar las escenas de acción con la ayuda de un coordinador de efectos especiales, lo mismo que a Matt Damon, Angelina Jolie, Milla Jovovich y Viggo Mortensen.

Angelina Jolie disfruta de las escenas de acción

“Angelina no les tiene el más mínimo temor a las alturas, así que puedes suspenderla en el aire y sabes que ella lo va a disfrutar”, dice Simon Crane, doble y coordinador de las más escalofriantes escenas de acción. En el filme Cliffhanger, con Sylvester Stallone, Crane se deslizó por un cable entre dos aviones a 4.572 metros (15.000 pies) de altura.

“Los actores como Jolie, Bruce Willis y Brad Pitt prefieren hacer ellos mismos las escenas de acción para darles credibilidad. Hoy día diseñamos las escenas con tantas medidas de seguridad, que a menos que la compañía aseguradora del filme diga que no, dejamos que las estrellas las hagan”, agregó Crane.

Claro que los famosos se arriesgan... pero hasta un punto. La actriz January Jones contó que durante el rodaje de X-Men: First Class estuvo a punto de perder la cabeza.

“Me gusta hacer las escenas de acción, porque siempre he sido muy atlética. Pero en una ocasión casi me decapito con unos cables para suspenderme en el aire. Mi doble hizo las escenas más difíciles”, admitió.

BAILES, DISPUTAS Y DERRIERES

No todas las escenas que requieren un doble son peligrosas. En 1983, Jennifer Beals interpretó en el filme Flashdance a una joven soldadora que soñaba con estudiar ballet. Sus atléticas escenas de baile (¿quién puede olvidar la coreografía que culminó con un gran chorro de agua empapando a la protagonista?) fueron realizadas por una bailarina profesional.

Más recientemente, Natalie Portman interpretó a una bailarina de ballet dominada por el perfeccionismo. Aunque la actriz estudió ballet de niña y se entrenó para el filme, el grado de dificultad de algunas coreografías requirió la labor de una bailarina profesional. Entra en escena Sarah Lane, quien después que Natalie ganó el Oscar por su impecable actuación, declaró que fue ella, y no Portman, quien realizó el 90 por ciento de las escenas de baile. Según Lane, ella solo obtuvo crédito como “modelo” y “doble”. “Es injusto con las bailarinas de verdad hacerle creer al público que Natalie es un prodigio del ballet”, declaró Lane, quien parece haber olvidado que nadie espera que un actor se convierta en prodigioso pianista, bailarín o cirujano para realizar un papel.

El arte del doblaje -y sí es un arte, pues aun en las escenas de acción el doble tiene que adoptar los gestos y movimientos de la estrella que imita- no se limita a saltar de un edificio en llamas o a deslizarse sobre una pista de baile. Cuando deben realizar escenas de desnudos, algunas estrellas exigen un doble para ciertas partes de su anatomía. Entre los famosos que han usado un doble de derrière se encuentran Mila Kunis, Owen Wilson, Freida Pinto y Kate Beckinsale.

Ya sea doblando un trasero o lanzándose al abismo desde un avión, estos profesionales no son reconocidos por el gran público, pero sin duda aportan mucho a su disfrute... aunque nadie se divierte más que ellos.

“Ser un doble es el mejor trabajo del mundo”, dice Paul Lacovara, el doble de Tom Hiddleston en el filme Thor. “Puedo hacer todas esas cosas que tanto disfrutaba cuando era un niño ¡y encima me pagan!”

Matt Damon prefiere no utilizar dobles

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