Gracias a la intervención de la pequeña, la pareja ha podido resolver su diferencias. ¡Entérate cómo sucedió!
Coco (11), la hija que la actriz Courteney Cox tiene con su exmarido David Arquette, habría jugado un papel clave en la reconciliación de su madre con el roquero Johnny McDaid después de que ambos pusieran punto final a su compromiso el pasado mes de diciembre.
“Coco les suplicó que se dieran una segunda oportunidad. Se quedó destrozada cuando su madre y Johnny rompieron, así que ha estado haciendo de celestina desde entonces. Consiguió que se reunieran en Semana Santa para hablar las cosas y los dos se dieron cuenta de que todavía se quieren mucho. Parece que ahora están preparados para ceder más en su relación”, aseguró una fuente a la revista Heat.
Aunque Courteney no ha vuelto a ponerse aún su anillo de compromiso, sí les habría comentado a sus más allegados que los preparativos de su boda con Johnny vuelven a estar en marcha.
“Courteney ha estado diciéndoles a sus amigos que el compromiso vuelve a estar en pie. Y es todo gracias a Coco. Todo el mundo está muy feliz”, añadió el informante.
Courteney y Johnny habrían decidido seguir caminos separados en un principio porque no eran capaces de decidir dónde vivir tras su boda. Además, el roquero -originario de Irlanda del Norte- habría presionado a su novia para trasladarse de Malibú a Reino Unido para estar más cerca de su familia en Irlanda del Norte, una idea que a ella no habría terminado de convencerla al no estar del todo segura de querer abandonar Estados Unidos.
Los preparativos de su enlace también habrían supuesto un motivo de tensión entre la actriz y el músico, convirtiéndose finalmente en el detonante de su ruptura.
“No paraban de discutir por los planes de la boda, y en medio de una de esas peleas ella le pidió que se marchara. Los dos están destrozados, pero así están las cosas. Courteney quería acudir a terapia para intentar salvar su relación”, explicaba una fuente a Grazia.
