Siete directores estrella

El público ve las películas atraído por la magia de sus directores... El apellido de cada uno es como un anzuelo, ya que es sinónimo de calidad

Meses atrás se estrenó la película Blue Jasmine, protagonizada por la popular Cate Blanchett. La actuación de la actriz australiana ha sido muy celebrada, al punto de que muchos le auguran una nueva candidatura al Oscar por ese trabajo. Sin embargo, nadie se refirió a Blue Jasmine como “la nueva película de Cate Blanchett”. La razón es sencilla: la cinta la dirige Woody Allen y, aunque no aparezca como actor en la pantalla, Woody siempre es la gran estrella de sus filmes.

Eso es algo de lo que, en la historia del cine, no muchos directores han podido vanagloriarse. Por lo general, la gente asocia las películas con los nombres de sus protagonistas. Pero, en algunos casos, el prestigio del director se impone. En estas páginas hablaremos de siete de esos “realizadores estrella”, de ayer y de hoy, capaces de hacer que el público acuda a los cines atraído, sobre todo, por su apellido.

INGMAR BERGMAN

Con películas legendarias como Fresas salvajes, El séptimo sello y Sonrisas de una noche de verano, el director sueco Ingmar Bergman se convirtió en un realizador de culto. Filmes posteriores, como Persona, Gritos y susurros y Fanny y Alexander, ratificaron su poderosa personalidad. Aunque algunas de sus actrices habituales, como Liv Ullmann e Ingrid Thulin, alcanzaron un gran renombre, siempre estuvieron “opacadas” por la fuerte personalidad del director. La gente no acudía a verlas a ellas, sino a ver “una obra de Bergman”.

Nacido en 1918 y fallecido a los 89 años de edad, Bergman se casó cinco veces y tuvo largas relaciones sentimentales con algunas de sus actrices-fetiche. Está considerado uno de los artistas más influyentes del séptimo arte.

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AKIRA KUROSAWA

Otro artista que convirtió su nombre en un sello de calidad fue el japonés Akira Kurosawa. Cuando su película Rashomon triunfó en el Festival de Venecia, en 1950, el público occidental “descubrió" el cine japonés y cayó rendido ante su calidad y su exotismo. Aunque Toshiro Mifune alcanzó una extraordinaria popularidad como actor al protagonizar 16 películas de Kurosawa, rodadas entre 1948 y 1965 (entre ellas, clásicos como Yojimbo y Los siete samuráis), nunca pudo competir con la fama de su director. La auténtica estrella del espectáculo era siempre Kurosawa, adorado tanto por el público como por la crítica. A diferencia de Bergman, Kurosawa se casó solo una vez y su unión con su esposa Yôko Yaguchi duró 40 años, hasta el fallecimiento de ella. Directores como Francis Ford Coppola y George Lucas fueron rendidos admiradores suyos y lo apoyaron como coproductores en la última etapa de su carrera. Kurosawa murió en Tokio, a los 88 años. Recibió un Oscar honorario por su carrera y sus aportes al cine.

FEDERICO FELLINI

Pocos directores han podido darse el lujo de filmar una gran producción sin necesidad de incluir en ella a actores taquilleros. Una excepción es el italiano Federico Fellini. El pudo hacerlo en películas como Amarcord, Ensayo de orquesta, Roma o Y la nave va, porque lo que hacía que el público acudiera a los cines era su prestigio como director.

Aunque intérpretes como Giulietta Massina y Marcello Mastroianni estuvieron estrechamente asociados con sus mayores éxitos, Fellini siempre se las arregló para brillar con luz propia. Su popularidad llegó a ser tan grande, que su nombre pasó a formar parte de los títulos de sus filmes, como sucedió con El casanova de Federico Fellini o Fellini Satyricon. Fellini se convirtió en una marca reconocible, en una manera de hacer cine y de ver el mundo.

Obras como La Strada y La dolce vita lo catapultaron a la fama mundial y lo convirtieron no solo en un director de culto, sino en una verdadera vedette del séptimo arte. Con su películarevolucionó el lenguaje cinematográfico e influyó en las nuevas generaciones de creadores. Hollywood lo adoró y cuatro de sus creaciones recibieron el Oscar como Mejor Película Extranjera.

Fellini falleció en 1993, a los 73 años, convencido de que “un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador”.

WOODY ALLEN

Aunque el incansable Woody Allen (nacido en Brooklyn, en 1935) cada vez actúa menos, sigue estrenando disciplinadamente cada año una nueva película escrita y dirigida por él. ¡Las estrellas se disputan un papel en sus filmes, sin importarles que sea breve! Muchos famosos han actuado a sus órdenes, desde Julia Roberts, Scarlett Johansson, Naomi Watts y Madonna hasta Hugh Jackman, Owen Wilson, Javier Bardem y Jonathan Rhys Meyers . Pero al final, lo veamos o no en la pantalla, Woody es el mayor atractivo de sus películas. Es un director-anzuelo, con legiones de admiradores en todo el mundo, que disfrutan de sus dramas o de sus comedias. En el 2014, rodará en Francia un nuevo filme, aún sin título, en cuyo elenco figuran Colin Firth y Emma Stone.

PEDRO ALMODÓVAR

Siguiendo los pasos de Fellini, y con una gran habilidad para publicitar sus trabajos, el español Pedro Almodóvar se ha convertido en un realizador capaz de llenar los cines solo con la magia de su apellido. Todos quieren ver lo nuevo de Almodóvar. Sin embargo, pocos se toman la molestia de averiguar los nombres de los actores que participan en Los amantes pasajeros, su estreno más reciente; en su caso, los intérpretes pasan a un segundo plano. El “divo” es Almodóvar. La gente va en busca de su sentido del humor, de sus raptos melodramáticos y de su visión crítica de la sociedad contemporánea.

Con películas como Mujeres al borde de un ataque de nervios y Todo sobre mi madre, Almodóvar se ganó un puesto en el Olimpo de los grandes del cine contemporáneo. Gran apasionado de su oficio, este creador, nacido en 1949, asegura: “El cine se ha convertido en mi vida. No me refiero a un mundo paralelo, me refiero a mi propia vida. A veces tengo la impresión de que la realidad cotidiana está simplemente allí para proporcionarme material para mi próxima película”.

QUENTIN TARANTINO

En el reparto de sus últimas películas, Inglourious Basterds y Django Unchained, hay figuras de la talla de Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, pero que nadie se engañe: el verdadero “astro” del espectáculo es el irreverente y único Quentin Tarantino, un director y guionista nacido en Knoxville, Tennessee, en 1963, que ha hecho historia con sus películas que mezclan de una manera novedosa y sorpresiva humor, farsa, violencia y temas sociales.

Producciones como Pulp Fiction y Kill Bill Vol. 1 y 2 lo convirtieron en un verdadero imán para las taquillas. Imitado por muchos, pero nunca igualado, Tarantino es un apellido llamado a perdurar en el séptimo arte. Una frase suya define su carácter y su espíritu: “Yo no hago películas para Estados Unidos; hago películas para el planeta Tierra”.

FERZAN OZPETEK

El espacio restante podría estar dedicado a varios realizadores de la actualidad que sobresalen por su estilo personal, como, por ejemplo, el finlandés Aki Kaurismäki, el coreano Kar Wai Wong o el ruso Aleksandr Sokurov. Pero puesto a escoger, opto por un director menos conocido: el turcoitaliano Ferzan Ozpetek. Nacido en Estambul, en 1959, y radicado en Italia desde 1976, este creador ha dejado huellas en el cine italiano con películas como Il bagno turco, Le fate ignoranti, La finestra di fronte, Saturno contro, Mine vaganti y Magnifica presenza, que son deliciosas por su mezcla de humor, costumbrismo y drama.

En sus obras celebra la amistad, la solidaridad y el respeto entre personas de diversas tendencias sexuales. Y, siguiendo la tradición de grandes directores italianos como Visconti y Zeffirelli, en los últimos años Ozpetek ha repartido su tiempo entre el cine y el teatro, pues ha dirigido montajes de las óperas Aída y de La Traviata.

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