Camparino regresa a la Galería

Reinauguran uno de los símbolos históricos de Milán

El pasado 25 de enero se hizo la reapertura en Milán de Camparino, el bar de Campari que en 1915 dio origen a la tradición del aperitivo y que es conocido como uno de los símbolos históricos de la ciudad, junto con la moda y el diseño, misma que ha sido difundida por la marca como un símbolo del estilo de vida italiano en todo el mundo. 97 años después vuelve al lugar simbólico de sus orígenes, la Galería Vittorio Emanuele II (Víctor Manuel II); hoy inaugurado para dar inicio a una nueva etapa, más moderna pero manteniendo la personalidad y estilo característico de Campari.

“Estamos muy orgullosos de nombrar de nuevo al bar de Campari, Camparino; por tradición ha sido el sitio ideal para los amantes del aperitivo, tanto de Milán como de numerosos países en el mundo”, comentó Andrea Conzonato, Director de Marketing de Gruppo Campari. “Con este proyecto, Campari volverá al lugar simbólico de sus orígenes, con el bar que fue testigo del nacimiento del aperitivo como una momento único de convivencia y buena compañía.”
Camparino será el lugar en el que los visitantes podrán disfrutar de una experiencia de “inmersión total” al estilo de vida Campari; desde un punto de vista futurista, pero siguiendo el mismo enfoque de sus orígenes, en camino a la construcción de un nombre para la casa Campari: un lugar en el cual la gente pueda reunirse e intercambiar ideas.

En 1867, Gaspare Campari abrió Caffé Campari, un local en el cual no solo se servía el aperitivo, sino que también funcionaba como restaurante. Era el lugar más concurrido, pero en 1915 siguiendo los pasos de su padre, Davide Campari abre Camparino. Café Campari tuvo entonces que dar paso a Camparino que, desde sus inicios, se convirtió en el centro de la vida social de la ciudad y del estilo ostentado por sus asistentes. Desde su concepción se diseñó para ser revolucionario, gracias a un innovador sistema que garantizaba un flujo continuo de soda proveniente directamente de las bodegas, de forma que ofrecía a cada uno de sus clientes la mezcla perfecta de Campari y soda, para disfrutarse a temperatura ideal.

A principios de 1900, el Art Nouveau y la renovación artística europea dominaban en todo el continente. Camparino adoptó el cambio y se convirtió en un vehículo para la innovación al incorporar ostentosas incrustaciones geométricas en su mobiliario, gracias al ebanista Eugenio Quarti, al pintor Angelo D’Andrea y Alessandro Mazzuccotelli, maestro del hierro.

Hoy en día, Camparino es el lugar que da la bienvenida a las nuevas tendencias y rituales, con una fuerte influencia cosmopolita. El tipo de experiencia que es tan familiar para la marca, como para el lugar que la vio nacer.

Ugo Nespolo, maestro responsable del diseño para el nuevo cartel, es un artista que ha trabajado con Campari en proyectos italianos e internacionales durante muchos años. Algunas de sus obras se exhiben en la Galleria Campari.

Por tradición, el bar de los italianos, que desde sus inicios se convirtió en el centro de la vida social de la ciudad, regresa para consolidarse como el sitio ideal para reunirse y disfrutar el momento en compañía del aperitivo clásico italiano. Promete ser una visita obligada para cualquier turista, acompañado por el sabor reconfortante de Campari, si planeas un viaje a la ciudad de la moda no olvides incluirlo en tu lista de “musts”.









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