Channeling: conversaciones con el más allá

Channeling: conversaciones con el más allá

Algunas personas utilizan una antigua práctica para comunicarse con guías espirituales que las llenan de paz y alimentan su espíritu. ¿Es cierto que esta técnica funciona... o está todo en la mente?

Fernanda, una mujer de negocios mexicana, de 42 años, habla regularmente con Ixtal, una indígena de 92 años, para pedirle consejos y orientación. En algunas ocasiones, solamente lo hace para pedirle la bendición.

“Ella es la persona que mejor me conoce; sé que quiere lo mejor para mí, y por eso le pido que me ayude a superar los retos que enfrento día a día. Hablar con ella es algo que hago para mi paz interior”, señala.

Vale aclarar que Ixtal murió hace más de 40 años; pero Fernanda, como millones de personas alrededor del mundo, nada ve de inusual en comunicarse con un ser que ya no habita en el plano terrenal.

“El cuerpo es perecedero; al ser materia, lógicamente decae con los años y muere”, explica Fernanda. “Pero el alma, el espíritu, la esencia de la persona -¡o como quieras llamarle!?- es indestructible”.

Para comunicarse con su guía, ella utiliza los servicios de un channeler, que en castellano quiere decir canalizador, y que actúa como una especie de canal o de enlace para comunicarse con entidades del más allá.

En este caso, se trata de Zenaida, una joven ama de casa y mamá, de 31 años.

“Mi esposo cree que estoy chiflada”, admite Zenaida, quien es el “vehículo” que usa Ixtal para comunicarse. “Pero cada día más personas utilizan este recurso”.

Y tiene razón. En los Estados Unidos y América Latina, lo mismo que en Europa, muchas personas han abierto su mente a la posibilidad de channeling. Pero, ¿de qué, exactamente, se trata? Y ¿acaso este concepto no es, simplemente, una manera de reciclar la antigua idea del médium?

Voces del otro lado

Channeling es el nombre que se le da actualmente a la práctica -o creencia- antigua de comunicarse con seres ya desaparecidos o incluso no humanos, que habitan en otra dimensión. Pero hasta ahí la semejanza entre un channeler y un médium. Mientras que el médium se comunica directamente con personas que han fallecido, se cree que el channeler sirve como un conducto para contactar guías, maestros, profetas, o incluso extraterrestres y arcángeles.

Por ejemplo, el famoso channeler norteamericano Kevin Ryerson, amigo de la actriz y “activista espiritual” Shirley MacLaine, que además es autora de varios libros autobiográficos sobre el tema, explica que uno de los espíritus que hablan a través de él se llama John y es contemporáneo de Jesucristo. El cirujano síquico brasileño José Arigó asegura que él es un conducto para cirujanos fallecidos, mientras que J.Z. Knight canaliza el espíritu de Ramtha, un guerrero de hace 35 mil años.

A la izquierda, “Medium” fue uno de los programas más populares de la TV norteamericana, en el que Patricia Arquette se comunica con el mundo sobrenatural. A la derecha, John Edward es un conocido psíquico se comunica con los fallecidos... En la imagen superior, Whoopi Goldberg habla con Patrick Swayze después de muerto, en “Ghost”.

Buscando un sentido

¿Por qué este súbito interés de tantas personas en este tema? De acuerdo con sicólogos que analizan las tendencias culturales, la apertura del occidente a las enseñanzas de las culturas orientales en un afán por hallar el equilibrio y la paz interior, nos ha hecho más receptivos a la idea de explorar ciertas creencias. Al mismo tiempo, en el plano individual, la creciente necesidad del ser humano de alejarse del materialismo creado por la sociedad de consumo en la que vive, lo ha llevado a tratar de hallarle sentido a la vida explorando su lado espiritual. Channeling, afirman sus proponentes, es una manera de utilizar la sabiduría milenaria de estos seres intangibles.

“Muchos se preguntan por qué una persona recurre a channeling”, comenta la norteamericana Jonee Scibienski, que es el canal de una entidad llamada Equinox.

“Uno lo hace, simplemente, para buscar claridad en su vida”.

En otras palabras: la meta de channeling es atraer a un guía o maestro que tenga como su principal prioridad el desarrollo y el crecimiento espiritual de la persona.

Una práctica antigua

Este concepto no es nuevo; por el contrario, ha existido desde épocas inmemoriales, aumentando o menguando según los tiempos. El Oráculo de los Muertos de Grecia contactaba a los fallecidos para pedirles que ayudaran a mejorar las vidas de sus seres queridos. En los 1800, los Espiritualistas, un grupo de personas que creían que la vida continuaba después de la muerte y que era posible contactar a los fallecidos, contaba entre sus seguidores a distinguidas figuras, como el escritor Sir Arthur Conan Doyle, el creador del famoso detective Sherlock Holmes. Más de un siglo después, en los 1970, el libro Seth Speaks, de Jane Roberts, revivió el interés por el tema. Recientemente, uno de los casos más sobresalientes de este fenómeno ocurrió en 1996 con la publicación de Conversaciones con Dios, en el que Neale Donald Walsh alega que recibió -literalmente- un dictado del Creador. El libro se convirtió de inmediato en un best seller internacional. Además, programas de televisión como Crossing Over, con John Edward, en el que el síquico se comunica con los familiares fallecidos de miembros de la audiencia, han desatado una ola de interés por esta creencia.

Aunque para muchas personas el concepto de channeling es difícil de entender, la “mecánica” es muy simple. Así lo explica Scibienski: “El alma o el espíritu del channeler o el médium -lo que Equinox llama ‘el vehículo'- se echa a un lado o abandona el cuerpo. Esto deja un espacio para que la otra energía entre y use el cuerpo durante un período específico de tiempo”, señala.

“Al despertar del trance... compruebo que he despertado, que el tiempo ha pasado, pero no tengo idea de lo ocurrido. Esto se conoce como channeling inconsciente. Otras veces, Equinox me deja permanecer y observar. En esas ocasiones, tengo la sensación de que observo una conversación, pero no puedo participar en ella. A esto se le llama channeling consciente”.

Hablan los escépticos

Por supuesto, estas creencias también tienen sus detractores. En el pasado, uno de los más famosos fue el mago Harry Houdini, quien en los 1800 desenmascaró a falsos médiums y ofreció una fuerte suma de dinero a quien lograra entablar comunicación con el más allá. Muchos lo intentaron, pero Houdini murió sin pagar un solo centavo. James Randi, otro antisíquico, actualmente ofrece un millón de dólares a cualquier persona que pueda probar que ha tenido o propiciado una experiencia paranormal. Pero, a pesar de esto, famosos channelers como John Edward, Sylvia Browne y James Van Praagh, no han intentado cobrar la recompensa. Para muchos, esto prueba que el “más allá" es una ficción. Por su parte, el desaparecido sociólogo norteamericano Marcello Truzzi, fundador del Comité para la Investigación Científica de Experiencias Paranormales, abogaba por mantener una actitud de “escepticismo constructivo” ante estos casos.

Muchos sicólogos incluso opinan que la voz del guía no es otra que nuestra propia voz interior, que muchas veces nos sorprende con su sabiduría proveniente de lo que el sicólogo suizo Carl Jung llamó “el inconsciente colectivo”.

Por supuesto, los que creen en los fenómenos sobrenaturales no requieren explicaciones sicológicas ni pruebas científicas; les basta con dejarse guiar por su intuición o sus sentimientos. Estos, al ser subjetivos, no pueden ser medidos.

Buscar un guía

El sitio de internet www.elevatedtherapy.org.uk ofrece sugerencias para la persona interesada en channeling:

Relajarse por medio de la respiración hasta alcanzar un estado de paz interior y receptividad. Luego, expresar el deseo de atraer un guía de un nivel superior a su vida.

Visualizar a un guía o una luz. Preguntarle: "¿Es tu intención ayudarme en mi crecimiento espiritual y hacerlo con amor incondicional? ¿Estás al servicio de la luz y tienes como objetivo el crecimiento espiritual de la humanidad? ¿Cuándo estaré lista para hacer una conexión verbal contigo?”. Hay que conversar con él o ella como si se tratara de una persona a quien se acaba de conocer.

La persona sabrá que está lista para comunicarse con su guía cuando la idea de hacerlo la llene de paz, alegría y amor.

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