Una nueva terapia puede disminuir la frecuencia e intensidad de los brotes
De acuerdo con una investigación dada a conocer en la revista Journal of Controlled Release, investigadores de la Universidad de Santa Barbara, en California, han empleado una combinación de ultrasonidos y láser con partículas cubiertas de oro para tratar lo que es una pesadilla para millones de adolescentes: el acné.
La nueva terapia dirigida podría disminuir la frecuencia e intensidad de los brotes y aliviarlos en quienes tienen que tratar las espinillas más graves y recurrentes.
Mediante ultrasonidos de baja frecuencia, la terapia empuja, a través del folículo en las glándulas sebáceas, unas minipartículas de sílice recubiertas de oro.
Una vez depositadas allí, reciben el calor de los rayos láser; ya calientes, desactivan las glándulas sebáceas. Como consecuencia, el sebo y las sustancias que bloquean los poros se excretan normalmente, eliminando la fuente del acné.
El método, llamado fototermólisis selectiva, no irrita ni reseca la superficie de la piel, ni tiene los efectos secundarios a largo plazo, que pueden ocurrir con antibióticos u otros tratamientos sistémicos.