Madres obsesionadas con el triunfo de sus hijos

Madres obsesionadas con el triunfo de sus hijos

Un matrimonio puede llegar al divorcio cuando cada esposo quiere algo diferente muy para su hija. ¿Quién tiene la razón?

Si el siglo XV fue conocido como la era de la exploración y el XVIII fue llamado el siglo de las luces, el que ahora vivimos podría ser la era de la celebridad. Y es que actualmente, ¿quién no aspira a ser famoso? Basta con ver la cantidad de videos caseros que aparecen en los sitios sociales y la proliferación de los shows tipo reality que abundan en la televisión, para comprobar que las palabras del pintor Andy Warhol fueron proféticas: “En el futuro, todo el mundo tendrá 15 minutos de fama”.

Algunas personas no persiguen la fama para ellas mismas, quizás porque su ventana de oportunidad para el estrellato ya se cerró, sino que la buscan para otros. Como en el caso de una mamá que se ha dedicado en cuerpo y alma a convertir a su hija de 7 años de edad en una superestrella. Y jura que lo va a lograr, “contra viento y marea y cueste lo que cueste”.

“MI HIJA NACIÓ PARA SER UNA ESTRELLA”

Desde que mi hija Alyssa nació, me di cuenta de que tenía algo especial. Cuando la paseaba en su cochecito, las personas se me acercaban a celebrarla y me decían que la niña era tan linda, que debería ser el rostro de una marca de productos para bebés.

Fue por eso que aunque mi esposo se oponía, comencé a llevarla a agentes artísticos, para que le buscaran trabajos de modelaje. Con el paso de los años, comprobé que mi instinto no me había fallado, porque mi hija tiene belleza, talento y, aún más importante, eso que llaman ángel o carisma; el factor X de las superestrellas. ¡Los mismos agentes y productores me lo dicen! Por eso tengo fe, pues sé que todo es cuestión de tiempo, de hallar el proyecto perfecto -una película, un programa de TV- que finalmente ponga a mi hija en el radar del público.

Pero cada paso del camino es una lucha titánica con mi esposo, porque él cree que le estoy haciendo un daño irreparable a la niña. Me dice que a su corta edad estoy poniéndole mucha presión y sometiéndola al rechazo, pero... ¿qué me dirá cuando ella triunfe, como Justin Bieber o Selena Gómez?

Carlos me dice que le estoy robando la niñez a mi hija, que estoy gastando un dinero que no tenemos para que ella participe en los concursos de belleza y tome clases de baile, de canto, de modelaje y de actuación. Incluso yo me certifiqué para enseñarle sus cursos en casa, así que sus estudios no se están afectando. También tuve que dejar mi trabajo para poder dedicarme a su carrera hacia el estrellato; sé que en este negocio hay muchos peligros para los niños y soy eso que llaman una “mamá helicóptero”, siempre volando por encima de mi hija.

Por supuesto, Alyssa a veces llora y me dice que quiere dejarlo todo. ¡Pero eso es normal! Todos los padres tenemos que empujar a nuestros hijos para que estudien, hagan sus tareas... Cuando Carlos la ve así, se pone de su parte y, claro, Alyssa exagera la nota para que su papá la consienta. Pero ¡hay que ver lo orgullosa que se pone cuando gana un concurso o la contratan para hacer un comercial! A ella, en el fondo, le gusta este negocio pero, como todos los niños, depende de que yo la impulse a seguir. ¡Por eso me he convertido en la villana y mi esposo hasta me ha amenazado con el divorcio! ¿Es justo que me acuse de mala madre, de utilizar a mi hija para realizar lo que él llama mis “sueños frustrados”, solo por querer lo mejor para la niña?

“ESA ES OTRA FORMA DE ABUSO INFANTIL”

Mi esposa Michelle vive obsesionada con la idea de que Alyssa, que solo tiene 7 años, algún día sea una estrella famosa. ¡Yo estoy completamente en desacuerdo! Para mí, lo que Michelle está haciendo es otra forma de abuso infantil. Cuando le digo eso, ella pone el grito en el cielo porque, según Michelle, yo no veo el potencial de Alyssa y no la apoyo como debería. Pero lo único que yo veo es una niña que vive agotada, corriendo de una clase a la otra, sin tiempo para disfrutar de su niñez. Mi hija ni siquiera va a la escuela como otros niños; se está perdiendo esa etapa de hacer amigas con otras niñas de su edad. En el mundo donde se desenvuelve no tiene amigas, tiene competencia. Y el 90 por ciento de las veces no recibe tiaras ni contratos millonarios, sino rechazos. ¿Es esa la niñez?

Para mí, es evidente que mi hija no disfruta de todo ese rollo tan absurdo, pero que lo hace para complacer a su mamá. Yo mismo he visto como Michelle cambia cuando la niña se queja de que está cansada o de que no quiere ir a una de sus clases; se vuelve fría y distante con Alyssa, quien, niña al fin, solo desea ver el brillito de aprobación en los ojos de su mamá. Pero mi esposa está ciega y obsesionada con la fama.

Por otra parte, Michelle dejó su trabajo para “administrar” la carrera inexistente de Alyssa, lo que está afectando nuestro hogar. He pensado conseguir un trabajo extra para estar más holgados, porque nadie se imagina lo que cuesta la famosa carrera entre ropa, fotógrafos, clases y cuotas de admisión para los concursos.

Pero, para mí, eso no es lo más grave. Apuesto a que en sus comentarios, mi esposa no mencionó que tiene otra hija. Daniela es la niña “invisible”, porque no tiene talento ni posibilidades de brillar, como ambiciona Michelle. No digo que mi esposa no la quiere, pero Daniela, que solo tiene 13 años, llega de la escuela a una casa vacía, a prepararse una merienda y a hacer sus tareas escolares sola. Ella no se queja, pero... quién sabe cómo realmente la está afectando la falta de atención de su mamá.

Siento que la obsesión de mi esposa está acabando con nuestra familia. Mi hija Alyssa está invirtiendo su niñez, que nunca podrá regresar, en complacer la ambición de su madre; mi hija Daniela se siente abandonada por ella y yo, como padre, no puedo permitir lo que está pasando. Si Michelle no cambia, nuestro matrimonio no va a durar. Entonces tendré que recurrir a la ley para obtener la custodia de mis hijas. Ella ya está advertida. Ojalá que despierte a tiempo y ponga a la familia por encima de sus locos sueños de fama.

¿QUÉ OPINAS TÚ?

-¿Crees que Michelle está actuando correctamente al buscar la fama para su hija?

- Carlos, el padre de Alyssa, ¿está en lo correcto cuando dice que la niña solo busca la aprobación de su madre?

- ¿Estás de acuerdo con él en pedir el divorcio y la custodia de las niñas si Michelle no cambia de actitud?

-¿Cuál sería la mejor solución para esta familia?

Nos gustaría saber tu opinión. Déjanos tus comentarios.

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