La nueva ciencia del matrimonio perfecto

La nueva ciencia del matrimonio perfecto

Los laboratorios de sicología de prestigiosas universidades han confirmado lo que dicta el sentido común para llevar el matrimonio de bueno a ¡maravilloso!

“El matrimonio es una lotería”, de acuerdo con la creencia popular. En otras palabras: quizás te sonría la suerte y obtengas un número (esposo) ganador? o pierdas el corazón y muchos años de tu vida en una relación que no funciona. ¿Piensas así? Pues ya es hora de que conozcas la nueva ciencia del matrimonio. Sí, dijimos ciencia. Pero ¿se puede aplicar ésta -tan fría y pragmática- a un sentimiento del corazón? De acuerdo con los expertos que investigan la relación de pareja en los laboratorios de sicología de prestigiosas universidades, la respuesta es un rotundo "¡sí!”.

LOS LABORATORIOS DEL AMOR
Es cierto que el amor -ya sea debido a una descarga química en el cerebro o a los misterios del corazón, para los más románticos- no es ciento por ciento controlable. “No puedo evitar lo que siento”, es la estrofa que cantan muchas parejas. Pero el amor no es la relación; esta, nos aseguran los sicólogos y los consejeros matrimoniales, sí tiene principios científ icos que garantizan su éxito o su fracaso.

De acuerdo con Tara Parker-Pope, la autora de For Better: How the Surprising Science of Happy Couples Can MakeYour Marriage Succeed (En las buenas: cómo la sorprendente ciencia de las parejas felices puede hacerte tener éxito en tu matrimonio), en la actualidad las mejores ideas sobre el amor y las relaciones provienen de la comunidad científica. “Los más importantes investigadores en docenas de universidades alrededor del mundo han dedicado sus carreras a observar cómo interactúan las parejas, amasando una gran cantidad de información”, explica Parker-Pope. Esta información incluye los resultados de estudios de laboratorio que miden el pulso, el ritmo cardíaco y la presión arterial de las parejas cuando hablan, ríen y pelean, lo mismo que el efecto que el estrés matrimonial tiene en el sistema inmunológico. Los científicos también estudian los escáneres cerebrales de los recién casados y de las parejas que tienen décadas de matrimonio. ¿Qué significa todo esto? “Hoy día es posible investigar un matrimonio hasta en sus elementos más básicos y predecir, con exactitud, la probabilidad de que sobreviva o termine en divorcio”, asegura la autora. Los hallazgos de los investigadores se pueden traducir en consejos prácticos y eficaces para las parejas que desean un matrimonio pleno y feliz... “hasta que la muerte nos separe”. A continuación, los consejos científ icos -repletos de sentido común- para mantener la relación saludable.

EN LA UNION ESTA LA FUERZA
Un estudio llevado a cabo en la Universidad de California en Los Angeles, Estados Unidos, halló algo sorprendente: haber sufrido una niñez difícil o crecer con padres divorciados no afecta la relación tanto como la forma en que los esposos manejan el estrés. La crítica constante, la actitud defensiva y la negación al diálogo son tres enemigos de la pareja. Cuando la presión llega del exterior -problemas de dinero o con la familia política-, no hay que enfrentarse como dos contrincantes para ver quién “gana"; lo correcto es trabajar juntos para buscar la solución. La pareja que se alía ante el estrés y los problemas externos permanece unida. Esto requiere que ambos se vean como una unidad con una causa en común, no como dos individuos con agendas independientes.

...Y TAMBIEN EN EL ESPACIO
Aunque las parejas felices disfrutan cuando comparten juntas, la realidad es que aun las más compenetradas necesitan darse un espacio para crecer como individuos. O de lo contrario llegan a “fundirse”... en todos los sentidos. “Cuando una persona asume que todas sus necesidades serán llenadas por su pareja, se expone al descontento y, finalmente, al fracaso” dice el doctor Christopher Knippers, sicólogo y especialista de evaluaciones para el Betty Ford Center. De acuerdo con la nueva ciencia del matrimonio feliz, los esposos tienen necesidades que pueden parecer contradictorias: sentirse autónomos y, a la vez, compenetrados con el otro. Es un delicado balance que les permite crecer como individuos y como pareja. Y eso, ¿cómo se logra?

RECONOCIENDO EL PROBLEMA. ¿Sientes que has perdido tu identidad? ¿Estás limitada para explorar tus intereses personales?

DETERMINANDO LA CLASE DE ESPACIO QUE NECESITAN. ¿Emocional, físico o financiero?

DEFINIENDO CUANTO ESPACIO NECESITA CADA UNO. Conversen sobre cuánto tiempo aparte es cómodo y razonable para ambos. Entender que son esposos, no compañeros de celda, los hará sentirse más unidos. Cada uno tiene algo nuevo que compartir con el otro; así, la rela- ción se renueva y se evita el aburrimiento.

A la izquierda: Tom Hanks y Rita Wilson admiten que el secreto de la durabilidad de su matrimonio es que conservan el sentido del humor ante los problemas. A la derecha: Matthew McConaughey dice que su esposa Camila Alves lo apoya en “las malas”, pero sobre todo, lo anima “en las buenas”. Arriba: Jennifer Garner y Ben Affleck son muy unidos, pero los dos cultivan sus propios intereses.

EL PODER DEL HUMOR
Cuando peleas con tu pareja, lo menos que tienes ganas de hacer es buscarle el lado humorístico al problema. Sin embargo, un estudio llevado a cabo en la Universidad Estatal de San Francisco, en California, halló que la risa puede desactivar la “bomba” de la ira y permitir a los esposos calmarse. Esto los ayuda a mirar el problema desde una perspectiva más relajada. Pero ¡ojo! Nunca usen el sarcasmo, el chiste cruel o la burla. Laura recuerda el efecto que tuvo el humor en una pelea con Marcos, su esposo: “Estábamos discutiendo cuando vi de reojo a nuestros dos cachorros gruñendo y peleando por un juguete de goma. Me volteé a mi esposo y le dije: ?Mira el ejemplo que les estamos dando?. Comenzamos a reír... y pudimos hablar como dos adultos, no como dos perritos enojados”.

EN LAS BUENAS... Y EN LAS MEJORES
Todo el mundo espera que su pareja lo apoye en los malos momentos: cuando pierde el empleo, durante una enfermedad o un problema familiar. De acuerdo con estudios llevados a cabo en la Universidad de California en Santa Bárbara, aunque el apoyo “en las malas” es indispensable, lo es igualmente “en las buenas”. El esposo que recibe una promoción en el trabajo y escucha de su pareja: "¡Más responsabilidad para ti! Y con lo mal que manejas el estrés, vas a acabar con una úlcera”, se siente emocionalmente abandonado por su esposa. Quizás ella reacciona así preocupada por su salud, pero el efecto es devastador para la relación. Qué diferente es si ella le dice: "¡Felicidades! Sé lo duro que has traba jado”. En este caso él se sentirá apreciado por su cónyuge.

La idea es que los esposos, que a veces se dejan abrumar por el estrés diario, con la misma dedicación que se dedican a resolver los problemas, celebren lo positivo y vean el presente con optimismo.


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