Los secretos de Fergie

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¿Qué ha hecho la cantante para mantener la línea?

Te compartimos el régimen que la cantante hizo después de tener a su hijo Axl Jack, pues asegura que no le quedaba la ropa y se sentía muy mal, pero ahora, ¡cuerpazo!

“Todas las mañanas bebía un licuado de espinacas (berzas), medio plátano (banana), media pera, media manzana, jugo de naranja y agua”.

La mezcla le daba un boost para empezar el día. A media mañana, una manzana entera y medio vaso de leche descremada le quitaban el antojo, y a la hora del lunch, optaba por un trozo de pescado o pollo a la parrilla con brócoli (brécol). Otra opción, ensalada verde con atún y aliño italiano sin grasa.

Por la noche cenaba camarones (gambas) o trozos de pollo, salteados en el wok con aceite de oliva y salsa teriyaki, cebolla, ajo y pimientos verdes y rojos, cosas que a ella le fascinan. ¡Delicioso!

“A la semana me sentía menos ‘hinchada’ y con más energía, pues eliminé el pan y el azúcar blanca. Perdí líquido que estaba reteniendo y lo noté en el rostro? y en mi cintura. La segunda semana no tenía el mismo apetito ‘desesperado’ y añadí dos rebanadas de pan integral en el almuerzo o en el desayuno, y me hacía un sándwich de huevos revueltos o de tomates con queso mozzarella. Para ejercitar, bailaba en la sala de mi casa por 30 minutos diarios, mientras veía la tele, y caminaba con mi bebé en su carriola. Y así, perdí 20 kilos”.

¡Wow!

TIP: Si estás a dieta pero quieres mimarte, un trozo de chocolate negro o un puñado de almendras o nueces son excelentes.

Consejos extra

Escaleras, escaleras?

Tracy Anderson, la famosa gurú fitness, aconseja: “Quien no tiene tiempo para ir al gimnasio, puede hacer pequeñas cosas, como usar las escaleras cada vez que pueda. Y sería perfecto llevar mancuernas en cada mano, pues aumentan el esfuerzo, desarrollan la masa muscular y queman grasa. Hacer esto a diario equivale a media hora de deporte en el gimnasio a la semana?.

No sientas pena de cuidarte

El nutricionista Stephen Gullo explica que “cuando no podemos controlar un antojo y nos ofrecen algo muy tentador, como un pastelillo, un plato de alimentos fritos o una pasta cremosa, hay que decir: ‘Gracias, pero esa comida no le va bien a mi cuerpo”. No hay que tener vergüenza, sino decirlo de modo abierto. Lo ideal es “evitar la sección de pasteles del supermercado, y en los restaurantes ni mirar el menú de postres”, concluye.

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