Recientemente trascendió que Anna Wintour dejaría su puesto como editora en jefe de una de las revistas estadounidenses más famosas de moda. Un anuncio que marcaría el fin de una era en la industria editorial fashionista.
Anna Wintour se retira de su cargo como editora en jefe
De acuerdo con lo que recoge CNN, Wintour habría informado su decisión de retirarse del cargo durante una reunión con su equipo el jueves. Aunque la citada publicación también aclaró que este paso atrás no significa que se deslinde por completo de la revista.
Según pudo confirmar el mismo medio, Anna permanecerá como directora editorial de la revista a nivel global, y también seguirá en su puesto como directora de contenido de la editorial de la que forma parte la revista, lo que significa que continuaría supervisando las ediciones internacionales.
Mientras que la famosa revista recientemente confirmó la noticia a través de un comunicado difundido en redes sociales, en donde Wintour también destacó que ahora se dedicará a formar a la siguiente generación de editores. “Cualquiera que trabaje en un campo creativo sabe lo esencial que es no dejar nunca de crecer en el propio trabajo”, dijo. “Ahora, encuentro que mi mayor placer es ayudar a la próxima generación de editores apasionados a asaltar el campo con sus propias ideas”, recalcó.
La carrera de Anna Wintour
Por otro lado, Anna Wintour se convirtió en un ícono global por su estilo imponente, su mirada crítica y su liderazgo firme en la industria editorial. Se conviritó en editora en jefe de la edición estadounidense de una famosa revista desde 1988, cargo que ocupó durante 37 años, hasta este 2025.
Además, es conocida por su característica melena bob con flequillo recto, sus gafas oscuras y una actitud reservada, lo que ha creado una imagen icónica, e incluso inspiró el famoso personaje de Miranda Priestly en El diablo viste a la moda (2006).
Aunque su legado no se limita solamente al área editorial, ya que también Wintour ejerció un rol clave en la Met Gala, uno de los eventos más importantes de la moda. Se trata de una gala benéfica del Museo Metropolitano de Nueva York y sirve para recaudar fondos para el departamento de moda del museo —el Costume Institute— y también marca la apertura de su exposición anual de moda.
Desde 1995, Anna ha estado a cargo de la organización y la curaduría del evento. Aunque no es su creadora, sí fue quien lo transformó: lo convirtió en una plataforma de moda global, donde diseñadores, celebridades, artitas, empresarios, modelos y hasta políticos desfilan bajo un mismo concepto temático. Así, gracias a su visión y criterio implacable, la gala se convirtió en un escaparate mundial donde la moda dialoga con el arte, la política, la fama y la identidad.
En tanto que su decisión de dejar el puesto en Estados Unidos marca el fin de una era. Y aunque deja ese rol editorial, su influencia no desaparece, pero sí se abre un nuevo capítulo para la edición estadounidense, que ahora enfrenta el desafío de encontrar un sucesor capaz de mantener su legado o reinventarlo.
