Algunos diseñadores dieron gran importancia a la imagen corporal, más que a las propuestas que presentaron
Peso, salud, género? En esta más reciente edición, muchas pasarelas de Nueva York trataron más allá sobre la imagen corporal que de la ropa en sí.
Como todos sabemos, la belleza es una cuestión de opinión, pero durante mucho tiempo se definió claramente en la industria de la moda: los modelos tenían que ser delgados, jóvenes, blancos y, aparentemente, perfectos. Pero hoy, las cosas han cambiado y ya se considera hermoso lo que alguna vez se consideró una ?mancha?.
Es cierto que la diversidad no es un tema de moda completamente nuevo: en 1962, Yves Saint Laurent lanzó a Fidelia, la primera modelo de color que desfiló sobre una pasarela, lo que provocó un debate que sigue siendo relevante 56 años después y está experimentando nuevas dimensiones hoy. El peso, la salud y el género son los temas que se discuten actualmente.
El “informe de la diversidad” anual del foro en línea The Fashion Spot muestra un aumento constante de los llamados modelos minoritarios, como también se vieron en la Semana de la Moda de Nueva York: los ?no-modelos” o ?nodels” tienen una carrera.
Christian Siriano fue uno de los diseñadores que eligió un reparto no convencional. Para su pasarela reclutó a la modelo de tallas grandes Ashley Graham, a Danielle Brooks, actriz con sobrepeso de la serie Orange is the New Black y a la modelo transgénero Evie Angosta, quien presenta sus glamorosas túnicas en las alfombras rojas.
“People are people” es el mantra del diseñador de moda, cuyos fanáticos incluyen a Michelle Obama. Ya desde el comienzo de su carrera, hace diez años, Siriano ha estado promoviendo una imagen corporal positiva e individualidad.
Dana Donofree también quiso alentar enfocada en un tema. Cuando enfermó de cáncer de mama a la edad de 27 años, la estadounidense fundó la firma AnaOno y, desde entonces, diseña ropa interior para mujeres con solo uno o sin senos. En Nueva York, su lencería se presentó a cargo de pacientes con cáncer de mama. Las mujeres con cicatrices caminaron orgullosas y alegremente por la pasarela y el nombre de una organización benéfica involucrada en el espectáculo se marcó sobre la piel desnuda: “Cancerland”.
Por otro lado, algo muy comentado y no del agrado de muchos fue la presentación de la marca Gypsy Sport, quien tuvo en la pasarela a Desmond Napoles, un niño transgénero de diez años, que se llama a sí mismo “drag star”, seguido de modelos con sujetadores con espiral de alambre y máscaras de cuero bondage.
Algunos opinaron que esta presentación fue más allá de la versatilidad y cayó en la falta de sentido de la responsabilidad.
¿Qué opinas de esta nueva ideología en las pasarelas?
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