¿Quieres tener bienestar emocional? ¡No hagas nada!

Procrastinar, perder el tiempo o divagar tiene más beneficios de lo que crees.

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No hacer nada.

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En una sociedad que fomenta la productividad sobre todas las cosas, no hacer nada es algo mal visto; sin embargo, tiene múltiples beneficios en la salud emocional y el bienestar en general. Aquí te enlistamos los 5 más importantes:

  1. Reduce el estrés:
    Cuando te tomas un tiempo libre para no hacer nada, reduces tus niveles de estrés y ansiedad. Esto pasa porque logras desconectarte de las tareas habituales y sus consecuentes preocupaciones.
  2. Aumenta la creatividad:
    Frecuentemente, las ideas más sorprendentes y creativas aparecen en el momento que te permites divagar sin una tarea específica que cumplir. Por eso es recomendable que disfrutes del tiempo libre. No hacer nada estimula la creatividad.
  3. Mejora la memoria:
    Estudios de los científicos del National Institutes of Health concuerdan en que, cuando tomas descansos regulares, mejoras la capacidad de la mente para retener información y recordar detalles importantes.
  4. Entiende las emociones:
    Sucede que, en el momento que haces de la meditación o el acto de contemplación un hábito, puedes ser más consciente de tus emociones y tu gestión de respuesta mejora.
  5. Incrementa la productividad:
    Cierto, por irónico que parezca, pero hacer un ‘break’ o tomar una pausa, puede mejorar la productividad a largo plazo. Si te das tiempo para descansar y recuperar energía, te sentirás más motivada y capaz de abordar el resto de las tareas con más eficacia.

“El arte de no hacer nada, también es conocido como ‘la pereza productiva’ o ‘la contemplación ociosa’, es decir, la práctica de disfrutar el tiempo sin comprometerse en actividades productivas o de esfuerzo físico o mental, se asocia con relajación, tranquilidad y la capacidad de estar presente en el momento”, según los expertos de TILA.

Suena contradictorio, pero tiene su lógica, cuando no haces nada estás haciendo mucho por tu bienestar. Esto sucede porque, al tomar tiempo para descansar, desconectar, estás disfrutando el presente y esto puede ayudarte a recargar energía, reducir el estrés y fomentar la creatividad.

De hecho, existe un estudio titulado “El Aburrimiento nos hace más creativos”, realizado por Sandi Mann y Rebekah Cadman, donde se muestra que el aburrimiento puede desencadenar la creatividad y mejorar la productividad. Además, en algunos casos, el aburrimiento puede motivar a ser empático e incluso ayudarte a hacer cambios significativos en tu vida.

Ahora entra un punto importante, ¿qué significa realmente no hacer nada? Pues para algunos, especialmente si están acostumbradas a estar ocupadas todo el tiempo, liberar la agenda puede ser un acto retador.
Para que el descanso realmente sólo sea eso, te compartimos algunos consejos:

  • Medita:
    Es una excelente manera de aprender a no hacer nada. Y no, no tienes ni que encerrarte en la cima de un cerro ni adoptar una filosofía de pensamiento ni nada , existen apps que te pueden ayudar como Tila, Medita o Headspace.
  • Relájate:
    Aprende a tomar las cosas con calma, aparta un día para relajarte y hacer algo que te guste: leer un libro, escuchar música, dar un paseo, escribir o simplemente descansar. Hazlo sin culpas.
  • Ubícate:
    En lugar de preocuparte por el futuro o lamentarte por el pasado, trata de estar presente en el momento actual. Concéntrate en las sensaciones físicas que estás experimentando en este preciso instante: qué sonidos escuchas, a qué huele, cuál es la sensación del sol en tu piel.

Por último, aprender a no hacer nada no significa que seas floja o improductiva. Recargar baterías es importante y no debes sentir culpa por ello.

De niña quería ser cuentista e ilustradora, pero encontré mi vocación como storyteller de estilo de vida.
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