Durante el 2024, el matrimonio entre el Rey Felipe VI y Letizia Ortiz cumplirá 20 años de aniversario, los cuáles no han pasado en vano, ya que los monarcas han ya visto varios de los frutos que su unión ha dejado tanto para ellos mismos, como para España, tal vez el más importante: el nacimiento de la próxima heredera al trono: la princesa Leonor de Asturias.
Sin embargo, antes de haberse consolidado cómo la idílica pareja que son ahora, los reyes de España atravesaron por una historia de amor poco convencional y llena de escándalo para el reino, ya que Letizia era no formaba parte del selecto grupo de royals y personas influyentes de la nación, sino que, más bien, ella era una periodista, que, además, ya había estado previamente casada.
Pese a la controversia y convencidos de que estaban hechos el uno para el otro, Felipe y Letizia consolidaron su matrimonio un 22 de mayo de 2004, acumulando tiernos recuerdos acerca del día de la unión, de los cuáles enlistamos 5 de los que quizá no tenías conocimiento por la discreción con la que se llevaron a cabo.
La boda de Felipe VI y Letizia Ortiz fue la primera celebrada en la catedral de Madrid
Las nupcias, las cuáles contaron con un total de mil 200 invitados, entre ellos; 28 representantes de casas reales, jefes de estado, familiares, amigos cercanos y celebridades, fue la primera boda de Estado celebrada en España después de 98 años, además de ser la primera en celebrarse en ese peculiar recinto, también conocido como la cripta de Almudena.
El día de la boda llovió y Letizia estaba enferma
Llevado a cabo el evento en pleno ocaso de la primavera, el clima jugó una de sus primeras jugadas veraniegas y la lluvia cubrió el gran día, impidiendo que la mujer que sería la futura reina caminara por una alfombra roja del brazo de su padre desde el Palacio Real hasta el altar, el cual era el plan original. En su defecto y ante la convalecencia de una fiebre que la había atacado días antes, Ortiz tuvo que llegar a bordo de un automóvil hasta la iglesia.
No hubo beso, ni un “sí” frente al altar
Rompiendo con la fantasía de cuento de hadas que representan las bodas reales, los monarcas de España omitieron el tradicional “sí acepto”, por la pronunciación de sus propios votos en los que se prometieron fidelidad y prosperidad. Además, se vio omitido el momento del beso, ya que la ex periodista prefiero recibir solo un beso en la mejilla, probablemente por la resaca que enfermedad le había provocado aquel día de ensueño, el cual ya ha quedado grabado en el imaginario colectivo de España.
