En sus últimos años de vida, la reina Isabel II enfrentó situaciones bastante difíciles: desde desafíos propios de la edad hasta la muerte de su esposo, el príncipe Felipe. Sin embargo, revelaciones recientes sugieren que en su etapa final la monarca habría atravesado también una gran tristeza causada por la ruptura con su nieto, el príncipe Harry, y su esposa, Meghan Markle.
¿Por qué el drama con Harry y Meghan habría marcado emocionalmente a la reina Isabel?
De acuerdo con lo que reveló el autor y comentarista real Phil Dampier al programa Royal Exclusive de The Sun, la serie de escándalos protagonizados por los duques de Sussex en los últimos años —desde su separación de la Familia Real hasta sus declaraciones explosivas contra la monarquía— habrían sido una carga emocional devastadora para la reina Isabel.
“Debe haber sido absolutamente desgarrador para ella ver lo que estaba ocurriendo con el príncipe Andrés y lo que pasaba con Harry y Meghan en sus últimos años”, dijo Dampier. “Todo esto ocurrió justo al final de su vida. Creo que debió ser devastador para ella… Probablemente eso sea lo que la gente no le perdone a Harry y Meghan: haber hecho de sus últimos años una especie de miseria”, recalcó.
Esta afirmación no es menor ya que el experto en realeza también sugirió que, si bien Isabel II nunca exteriorizó su sufrimiento —como era característico de su estilo estoico y reservado—, eso no significa que no lo sintiera: “Es muy, muy dura, muy pragmática. Pero creo que en el fondo era abuela y quería mucho a Harry”. Una frase que retrataría la dimensión humana de una mujer que, aunque vestida de corona, seguía siendo madre, abuela y viuda.
Los escándalos reales y la partida de Harry y Meghan de la Familia Real
Recordemos que tras la muerte del duque de Edimburgo en 2021, la reina continuó con sus deberes, pero ya en un clima emocional frágil. Los duques de Sussex, por su parte, no solo se alejaron físicamente de la monarquía al mudarse a California, sino que comenzaron una serie de apariciones mediáticas que pusieron en entredicho a toda la institución, incluyendo acusaciones de racismo, manipulación mediática y aislamiento familiar.
Por otro lado, medios como The Mirror también se han hecho eco de estas declaraciones del experto en realeza apuntando a que, aunque Isabel nunca perdió el respeto ni el afecto del pueblo británico, sí vivió momentos muy dolorosos en privado. Todo ello mientras la imagen de unidad familiar que tanto había defendido toda su vida se rompía poco a poco ante sus ojos.
Hoy, a casi tres años después de su fallecimiento, y tras este análisis de Dampier, podría quedar la sensación de que Isabel II no murió con el corazón en paz. Su reinado de 70 años, que resistió guerras, crisis y transformaciones sociales, terminó marcado por divisiones internas que, según este experto, fueron las heridas que más le costaron sobrellevar. Algo que podemos suponer que para los británicos significaría una traición que ni el tiempo, ni los gestos tardíos, podrán borrar, al menos en el corto plazo.