A pocos días de uno de los actos más significativos para la casa real española, el 50 aniversario de la restauración de la monarquía, la infanta Sofía regresó a España con un aire renovado, y no es casualidad. Antes de viajar para participar en la entrega del Toisón de Oro a su abuela, la reina Sofía, la hija menor de los reyes Felipe VI y Letizia disfrutó en Lisboa de una agenda centrada en su bienestar físico, mental y emocional. Un respiro necesario en plena recta final del cuatrimestre académico y antes del intenso fin de semana institucional y familiar que vivió junto a su familia.
Una semana dedicada al bienestar en Lisboa
Instalada en la capital portuguesa mientras cursa la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en el Forward College, Sofía formó parte de la conocida “Semana del Bienestar”, una tradición del campus que busca que los estudiantes recarguen energía antes de los exámenes.
Cada día tuvo una temática distinta, orientada a nutrir el cuerpo y la mente: desde actividades para elevar el estado de ánimo hasta momentos de reflexión, sesiones de meditación y dinámicas en equipo.
De acuerdo con lo compartido por las redes sociales de la institución, los alumnos disfrutaron de almuerzos sociales, ejercicios de atención plena y retos físicos, como una competencia de remo. También hubo espacios más lúdicos, como celebraciones inclusivas que fomentaban la convivencia entre alumnos de distintas nacionalidades.
Aunque Sofía no estuvo presente en el cierre oficial de la semana, sí participó activamente en las actividades previas.
Su regreso a España para un día histórico
La hija menor de los reyes viajó a Madrid para acompañar a su familia en un acto especialmente emotivo: la entrega del Toisón de Oro a la reina Sofía, un reconocimiento a su vida de servicio y dedicación a la corona. El evento tuvo lugar en el Salón del Trono del Palacio Real, donde la infanta estuvo junto a sus padres y la princesa Leonor presenciando este homenaje histórico.
Tras la ceremonia, la familia participó en el tradicional besamanos, en el que saludaron a los invitados presentes.
Reencuentro familiar en El Prado
Al día siguiente, la agenda institucional dio paso a un encuentro mucho más personal.
Los Borbón se reunieron en un almuerzo privado en el Palacio de El Pardo, donde Sofía coincidió con sus primos Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin, así como con Victoria Federica. Un reencuentro que no se veía desde hacía tiempo y que, de acuerdo a fuentes cercanas, fue cálido y cargado de complicidad entre los más jóvenes de la familia.
Esta pausa familiar, sumada a las actividades de bienestar previas, resultó ideal para que Sofía recargara energías antes de regresar a Lisboa para continuar con sus estudios.
La infanta Sofía vivió días intensos y significativos, empezando por una semana dedicada a su bienestar en Lisboa, pasando por un regreso a España marcado por un homenaje histórico y un reencuentro familiar lleno de afecto. Entre estudios, disciplina y una creciente presencia institucional, Sofía continúa consolidándose como una figura discreta pero importante dentro de la casa real española.