A pesar de ello, el agua se convirtió en su mejor aliada
Bien dicen que cuando algo te da miedo, tienes que afrontarlo. Eso le sucedió a Charlene de Mónaco cuando era pequeña.
En su más reciente visita al Vaticano, la esposa de Alberto de Mónaco conversó en la radio local sobre su infancia, las personas que admira, lo que le gusta hacer a sus hijos, entre otras cosas.
De los momentos que más llamaron la atención, fue justamente que haya hablado sobre su infancia y el acontecimiento que le cambió la vida.
Aunque actualmente sabemos que Charlene es toda una profesional del nado, no siempre fue así.
?Cuando era pequeña casi me ahogo en la piscina. Sucedió poco tiempo después de que mi primo muriera ahogado a los cinco años y de que un amigo cercano a mi padre perdiera a su nieta en la misma situación?.
De ahí que la princesa esté especialmente interesada en que sus pequeños, Jacques y Gabrielle, aprendan a nadar, de hecho, será ella misma quien les enseñe.
Por otra parte, la originaria de Sudáfrica reveló quiénes son las personas que la inspiran:
“Antes que nadie, nuestra patrona de Mónaco, Santa Devota. También diría que Nelson Mandela, mi ex presidente [Sudáfrica] y amigo. Y, por último, mi esposo, el príncipe Alberto”.
Finalmente, Charlene aseguró que sus hijos ya están aprendiendo a nadar y cree, que en un futuro, pueden convertirse en excelentes nadadores.
